No sé
porqué,
Pero,
provócame.
Necesito
esa chispa
que yo no tengo.
La ignición
que dispara
mi pasión,
Es un virus
latente
que espera
el fuego
de tus ojos.
Esos
¿inocentes?
ojos que evitan
mirarme
directamente
para no
quemarme.
A veces, me pregunto,
si no es mejor
morir en el incendio
de tu pasión,
que en la hoguera
eterna de
la espera.
Despierto
a la torticera
mecánica
de la provocación
polar.
Esa ola
que no es deseo,
que no es caricia,
que es poesía
que es música
que es cuerpo.
Tengo
miedo
a que
la comunicación
corporal
funcione.
Tengo
miedo
a que mis
justificaciones
racionales
vilipendien
el aroma
inconfundible
del 2/4.
Tengo miedo
a que me guste.
Nunca supe
disfrutar
sin sufrir.
Un
sado
masoquismo
cincelado en
mi adn
por un cruel
kosmos.
La culpa
dice que
se cura
con el perdón.
La vergüenza
con el humor.
Siento
que todo
se cura
lamiendo
cada poro
de tu piel.
Saboreando
tu testigo
en cada
protón de
tus células.
Olisqueando
las gotitas
del placer
de tus neutrinos
oscilando.
Necesito
morder-te
para no
pensar.
Masticarte,
Deglutirte.
Que me
muerdas
para que me recuerdes
para que recordemos,
para que olvidemos,
para que viajemos.
Necesito
que me necesites
que me lo digas
con tus ojos
con tu musica
con tu agresiva
timidez.
Hablaremos
del kosmos
pero nuestros
cuerpos
jugaran
el inocente
juego
del querer,
del besar,
sí,
simplemente
vivir
sintiéndonos.
©Alf Gauna, 2023