La emoción como motor muere con la aceptación.
Dicen que nosotros como seres en tránsito nunca alcanzaremos la emoción como consciencia per se.
No lo siento así.
Aceptar la muerte es el fin de la aventura emocional vivida como acicate personal.
Al igual que nacemos con una cantidad fija de serotonina que debemos gestionar, el motor de la emoción tiene un número limitado de kilometraje garantizado. A partir de ahí , ya fuera de garantía, si sigue “rulando”, te lleva a la inflamación antes de tiempo.
La muerte es un proceso inflamatorio que sucede de forma natural, no hay necesidad de alimentarlo pues acontece el cancer, la locura celular, la autoeutanasia mental condicionada , transgenética, epigenética.
Cuando no lloras la muerte ajena, mutas.
Antiguamente los que tenían fe eran los únicos que no la lloraban pues creían en la vida eterna. Ibas a un funeral de gente con fe y había entereza.
Los ciclos nodales lunares, esos 18 años y 7 meses, a los 19 , 38 , 57, 76…te llevan a esa stargate, a ese perigeo nodal, que te permite mirar al todo. A partir de tu Quirón, y si te has permitido madurar como un verdadero centauro, el primero nodo que llega es a los 57:
“gírate y mira, hacia afuera , a la inmensidad estelar, veras la pequeñez de lo personal, la ridiculez de la aventura emocional personal.”
Si ahí, aceptas la muerte, el motor de la emoción personal para y vives la vejez como el viaje a ninguna parte. La aventura de lo que hay, el camino que acontece.
Cuando la emoción para, lo genético y lo cognitivo se transcienden, no hay sombras, no hay dones que demostrar, te adentras en el mundo siddhico, que se muestra polimorfo, multifrecuencia, según la experiencia, según con quién la vivas.
Ya no es hora de arreglar nada, es hora de permitir todo.
El corazón ni se abre ni se cierra, simplemente te mantiene vivo, en la inercia de la prorroga.
Algunos lo llaman frialdad o crueldad , otros entereza. Ambos se equivocan, siguen motorizados.
Simplemente es la humilde aceptación de lo kósmico.
Honor ontológico.
“Cuando un amigo se va algo se muere en el alma”…cuando un amigo se va…aceptas que tu ego se va con él, pues aceptas que no hay división, no hay ni tu ni yo, allí, más allá de la ventana nodal.
©Alf Gauna, 2024