Llevo 24 años en esto del Diseño Humano, 15 full time.
Soy escéptico , científico, no me creo absolutamente nada del DH.
Como sensor kósmico tomo data.
La caja negra de mi cuerpo metaboliza celularmente los inputs y regurgita outputs a través del neocortex.
No creo en la mitología del Rave, ni en almas ni en cristalitos.
Puzzle mitológico para describir la geometría fractal, mutar a dios borrándole la barba y castrando los cojones del macho patriarcal y dandole pose New Age de energía, vacío cuántico, campo fuente o conciencia superguay del paraguay.
Sí, solo es un lenguaje más para que la gente comprenda o se encandile con la magia de lo incognoscible.
Yo tengo mi propio lenguaje, si te vale bien, sino bien también.
Mi motor emocional rula la data , mi motor kósmico, mi G, mi Ser, decodifica y mi corteza cerebral construye un lenguaje con múltiples gaps, limites asociados al ancho de banda de mi biología.
Como científico he podido analizar en profundidad el mundo proyector.
No creo en tipos. Sí, en mis análisis. Y a mi me han llegado muchas personas especiales que parece que cuadran con las características que se asocian al tipo proyector.
Me la suda Ra, con todo mi respeto a su labor, me la suda Rudd, no repito lo del respeto, me la suda quién dice que lo del tipo es una milonga inventada, sí me la sudan todas las segundas verdades.
De alguna manera, se me abre un fractal con esa gente especial. Foco de mi atención y esencia de mi Fundación y de su Escuela de Proyectores.
El mágico encuentro entre proyectores y, cada tipo de proyector, es un mundo en si mismo, es un acontecimiento kósmico a modo de una danza sufí entres dos agujeros negros o dos estrellas de neutrones.
La casuística que he podido analizar en el mundo relacional entre proyectores es múltiple pero quisiera exponer solo dos casos, los dos basados en proyectores maduros con circunstancias vitales muy condicionantes como puede ser la familia con hijos o proyectores con problemas para la supervivencia material.
Cuando dos proyectores con problemas de encaje laboral, de reconocimiento, de crisis existencial o de falta de plata para pagar las facturas se encuentran se produce la huida total del sistema en pos de la supuesta paz relacional de almas gemelas. La trampa es que al final siempre se tiende a una calma tensa que termina por explotar, pues hay una necesidad vital de establecer cada uno su propio fractal pentico asociado a sus fuerzas vitales.
Cuando dos proyectores se reconocen pero tienen ecosistemas mas o menos estables en forma de penta, la esencia en esa relación es el respeto por ambas partes de esos sistemas que proporcionan ese equilibrio, esa homeostasis necesaria para su propia supervivencia en un sistema de 7 centros.
Un proyector nunca debe jugar con esa estabilidad conseguida más allá de la milonga de que sea de seres o de no seres. No seamos quijotes.
La estructura que describe la Sociología del Rave, habla de conexión entre pentas con alfa proyectores como nexo de unión.
Nadie habla de como es esa relación entre los proyectores. De su profundidad, de la inter-nutrición, del inter-acompañamiento, de ese inter-reconocimiento holístico que casi nunca les pueden dar nadie, sí hay mucha milonga con eso del reconocimiento del generador-proyector, algo que hoy no voy a entrar.
Un amor kósmico que casi nadie lo comprenderá hasta que lo viva.
Y vivirlo, nunca, nunca, es de segunda mano.
©Alf Gauna, 2024