Al final la religión va a tener razón.
Hemos ido y venido en la vanidad humana para llegar al mismo sitio.
Eso sí, nuestro orgullo nos impide estar de acuerdo sino matizamos.
No,no es resignación sino aceptación. Así quitamos el aroma de sumisión del ego.
Luego viene el Diseño Humano con su “No Choice” y lo adorna con eso de amate a ti mismo.
Resumiendo, jodido pero contento en tu narcisismo.
Yo habló en mis escritos de que si miras el kosmos y sientes tu conexión , tu pertenencia óntica, al mismo, ese que supuestamente se resigna o acepta es un pedo virtual que da demasiado por culo con su bla, bla, bla, prepotente.
Si tu ego le cuesta diluirse para dejar paso a tu cuerpo kósmico cognitivo puedes jugar a razonarlo mediante el principio de complementaridad. Aquello de que algo visto desde distintas perspectivas y que parece que posee propiedades muy distintas e incluso contradictorias nos lleva a una dualidad esencial irresoluble a ese que intenta comprender y que dándole la vuelta a la tortilla la propia complementariedad es el camino de aceptación en la disolución del ego al despertar a eso de que nuestras propias preguntas moldean los conceptos que debemos utilizar para responderlas y que formas diferentes de análisis de una misma cosa, e incluso incompatibles, nos pueden llevar a conocimientos igualmente válidos. Enrevesado argumento de la mente para autoconvencerse para que acepte o se resigne.
Siempre , siempre estará en nosotros esa lucha entre la humildad del determinismo, no choice, y el amor propio de la libertad, amate a ti mismo, es el motor evolutivo, la dialéctica entre el nosotros y el yo, el socialismo o el capitalismo, entre lo público y lo privado.
El camino de diferenciación cognitiva de la revolución de la nada vacía kósmica en busca de reconocer su individualidad en un algo lleno.
El determinista útero kósmico pariendo la libertad del narcisismo individual.
¿Podrá romperse el cordón umbilical del determinismo y nacerá el libre albedrío?
Mientras tanto la Ciencia de la Aceptología es lo que toca.
©Alf Gauna, 2023
Alf Gauna 