Engaño

Hoy la mente me ha intentando engañar.

Me ha dicho:

“No, no escribas. No es necesario”

peor aún, prepotentemente como si me conociera, me dice, soberbia :

“no lo necesitas”.

Después de re-publicar dos entradas, la música inunda la cueva prestada, mientras mi cuerpo espera inquieto la resolución del circo romano intestinal, soy consciente del engaño.

Necesito escribir cosas frescas. Es otro ítem más para mi homeostasis diaria. (oigo risas virtuales sobre como me repito cuando hablo sobre mi equilibrio físico-químico-emocional-sexual-cognitivo).

Ra me dijo caga conciencia como cagas la mierda, mejor fuera que dentro.

Así hago. Obedezco al mensajero desde mi cuerpo no como la mayoría que lo hacen desde el dogma de la mente.

Describo la sensación. Es como si la un trozo de mierda se quedara atascada, la bala encasquillada del revolver de la cognición, una fluctuante inquietud.

Soy gilipollas pero no tanto como para creer que la gente espera que escriba para leerme. Sí, eso que dicen los escritores de “me debo a mi público”.

No, no debo nada a nadie. Porque no hay nadie a quién deber, en todo caso, el que mira ni mira ni lee ni escucha, resuena o no y si resuena lo hará desde la nada vacía resonante con el despertar cognitivo del si mismo kósmico.

Sí, la autoridad externa peca de posesiva, el lenguaje usa pronombres personales y lleva todo a lo absurdo.

Vibrando… resonancia-disonancia, atracción-repulsión. giro-contragiro, centrífugo-centrípeto.

El movimiento no necesita la posesividad del lenguaje. Necesita la cognición resonante-disonante que conforman el binario 1-0, el camino del it hacía el bit hacia la emergencia del byte….El verdadero lenguaje universal binario de arquitectura de 64 bits.

Me enciendo y me apago como semáforo cuántico digital, la liminal cognición de la interfase del sensor cuerpo kósmico bioquímicamente encarnado.

Meanwhile, la biología espera tensa la resolución del juicio final intestinal…

Fumata blanca

Fumata negra…

¿Habemus Papam?

©Alf Gauna, 2023