La melancolía de nuestra ternura

Te fuiste

Mi luto llegó.

Querías morir.

Reunirte con papa.

Poseer al otro

era tu forma

de morir

despacito.

Buscando

esa tierna muerte

que la violencia

sin forma

de sus abrazos

te nutría.

La locura

de un amor cuyo

único fin era

llenar la melancolía

de la soledad,

de la ausencia

de la lejanía.

El destino nos unió,

fue el pacto

de un simple beso.

El universo selló

nuestro eterno vínculo

en la infinita soledad

de ese mágico parque,

solos tu y yo.

En la lejanía,

cuando tu huías,

en cada tántrico

encuentro,

yo fenecía.

Un vórtice

infinito que

cómo kósmico

acordeón

nos acercaba,

nos alejaba.

Agradezco

a los ángeles

que quieras renacer

para jugar

como niños,

corazones abiertos

sin posesiones

infernales.

La simple y dulce

ternura de nuestra

añorada

melancolía .

Existes, renazco.

Quiero vivir para

respirar tu vida.

Allí donde ella

te quiera

llevar.

Cerca de mi.

Lejos de mi.

Siempre viva.

Juguetona.

Rebelde.

Libre.

Disruptiva.

En la bella

melodía

del deseo

de tu corazón.

©Alf Gauna, 2023

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