Pocos ven
el fuego
de mis ojos.
En el metaverso
no es fácil
la mirada.
Sostenerla
casi
imposible.
El bla,bla
nubla
a modo
de cataratas.
“Lo que se”
enturbia
“lo que es sentido”.
“Lo que no saben”
me convierte
en cosa,
en biblioteca
de Alejandría.
Sin ese fuego
ardiendo,
todo va a medias,
un anodino
half heartedness.
El orgasmo
de la devoción
se ahoga en el café aguado
de la mediocridad.
El rapto del místico abandono
se vulgariza
en una monótona frustración,
un día de la marmota
mental.
Los viajes despiertan
y aclaran
compromisos
sin rumbo.
Cruz especular
que no despierta.
Me rapta el deseo,
devoto de la bondad
del óntico
compromiso.
No juegues a medio gas
con mis luces y sombras
para atraparme
en un quizá
que nunca llega.
Sin pasión
y sin deseo
aligerado
y encarnado
no hay
ni estilo,
ni competencia
ni bondad
ni compromiso.
©Alf Gauna, 2024