“En el centro de nuestra existencia se encuentra una conexión cósmica que trasciende los límites de nuestros orígenes terrenales…
La sorprendente verdad es que estamos compuestos fundamentalmente de polvo de estrellas: vestigios de elementos forjados en los intensos hornos nucleares de estrellas antiguas. Cada átomo dentro de nuestros cuerpos, desde el oxígeno que respiramos hasta el carbono de nuestro ADN, puede rastrear su linaje hasta estos crisoles celestiales. El notable viaje de estas partículas comienza con la explosiva agonía de estrellas masivas, dispersando sus restos elementales por la vasta extensión del espacio. Durante eones, estos bloques de construcción interestelares se fusionaron para formar planetas, incluida nuestra propia Tierra. A través del gran tapiz de la evolución cósmica, el tejido mismo de nuestro ser está tejido a partir de restos de estrellas, lo que subraya la profunda interconexión del cosmos y el vínculo intrínseco que nos une con el universo.”
El párrafo que no se donde lo he sacado y , realmente importa muy poco, es muy bonito.
Tenemos que asumir que los copyrights han muerto. El fondo kósmico de neutrinos no entiende de individualidades y la futura Noosfera tampoco. La diferenciación individual que enriquece y da sentido al campo evolutivo no necesita de nombres y le interesa muy poco que alguien se acuerde de quién dijo tal o cual cosa.
Las estrellas nos obnubilan con su luz , pero no dejan de ser un pedo de un juego de agujeros de gusanos entre negros , los que tragan, y blancos, los que potan, un interracial kósmico , sin los malos rollos morales de las xenofobias terrestres.
El vacío pare protones rotadores y estos fornican, construyendo materia para crear forma o destruyendo materia para crear espacio, la dichosa energía que tanto endiosan solo es la breve levedad del tiempo soñado, esto lo demostró una mujer de esas que ni dios sea acuerda, Emmy Noether, que chulo llevaba un No al Éter. Serendipias kósmicas.
Muerto el Yo Freudiano de los ©, muertos los polvos estelares de Sagan, muerta la Energía, dios ya lo mató Nietzsche, y cómo nos quedábamos sin Na, inventaron la Consciencia, incluso los chinos la arquetipizaron en 64 hace unos miles de años. No siento que los 64 tetarhedros de la superficie del protón tengan temáticas preestablecidas.
¿Sabes?
Casi prefiero lo de la peli de Alien Promtheus, unos ETS que nos crearon y nos abdujeron lobotimanzodanos en 64 its para que soñemos con el camino del héroe .
Que no, que no nos gusta quedarnos solos y sin alguien superior a nosotros que nos de sentido.
Consciencia, hey you, where are you?
Los New Age pillaron la cuántica que no la entiende ni el propio dios y como trileros nos confundieron con el observador y lo observado, yo colapso cuando se me canté de las pelotas y soy el puto amo. Creo la realidad a mi antojo. Viva Chopra & Cia !.
La sabiduría perenne murió en 1781. No es ya aplicable, era biología de especie conquistando la tierra, establecimiento estratégico de civilizaciones con aroma guay de cultura.
Estamos aquí para contar. Somos directores de cine con el guión escrito en nuestro adn, un escenario gáyico dharmico nodal y un neocortex como proyector.
Sí, no hay más arte que el cine. El cine es de 9 centros. Frames en movimiento con banda sonora y diálogos con colores resonantes o disonantes entonados con cognición.
Really George?
Sí, no somos polvos de estrellas, me suena a que somos cenizas y realmente somos alquimia protónica mutante que emerge del oscuro éter del que ónticamente pertenecemos y nos desdoblamos como soñadores de pronombres personales y posesivos en busca de cognición emotiva impersonal.
En cada parsec que recorremos del viaje kósmico precesional en la rueda nodal la cognición toma forma. Los 64 its sin rumbo se colorean de significado con cada una de nuestras experiencias.
64 calíces vacíos que se llenan con la sangre de nuestra vida.
Bits de vida.
Kristos Kósmicos apuñalados con la lanza romana de nuestra vida en gaya.
Mezcla de hiel y sangre.
©Alf Gauna, 2024
Alf Gauna 