El deseo y
la turbulencia
florecen
suavemente
en la dulzura
de tu voz,
en la calidez
de tu mirar.
¿Porque
las sombras
son pecado?
¡ Qué
absurdo
es
todo!
Sí,
hay un algo
más fuerte
que nosotros.
Que
ni la culpa,
ni la volición
lo destruirán.
Quizá
el miedo.
Esa
cobardía
para no
sentir.
La mente,
pizpireta
hija de puta,
inventará
mil y una
razones.
Pero
La física
kósmica
transciende
arquetipos
químicos
gáyicos,
soslaya
cortezas
estratégicas.
Sí,
ni la emoción
ni la razón
asesinarán
el despertar
óntico
del encuentro.
Ese
aquello
plus
fort
que
nous.
Vestido
en terciopelo
de besos
y
de caricias.
©Alf Gauna, 2024