Vanidad

Llevo un poco más de dos órbitas de Saturno moviéndome por el universo.

Es algo engañoso esto del movimiento rotacional.

La gente se cree que esta en el mismo sitio.

Incluso que no se mueve sino coge el coche, el tren o el avión

Bueno algunos incluso ven todo plano.

No es así.

Lo manifestado se traslada a la vez que rota.

Por eso lo no manifestado esta manifestando.

Mareado de rotar en la noria sufí del Ser…algo le sacó de su zona de confort para que se enfrentara al espacio infinito de la cognición…nació el Dasein.

Un Ser Rotando con su Dasein trasladándose.

El Ser encarnado en un inpass biológico reconstruye un sistema de feedback.

Un Dasein Gáyico que mediante la química de la relación reconstruye it en bits de memoria cogntiva en la malla especial.

El tiempo es sólo una medida de lo que dura el viaje despierto en el trozo plotteado de espacio que el neocortex autorefleja para cognitivizar.

8000 mil millones de ploteadores digitalizan en 64 el espacio recorrido desde la nave interestelar Solar-Gayica durante su periplo kósmico.

Es vanidoso extrapolar lo nimio en transcendente.

Pero así somos

Al final, es el lenguaje el que muestra el ego. El cuerpo es consciente en su supuesta inconsciencia.

El cuerpo no entiende de morales, entiendo de trayectorias.

El cuerpo es un GPS físico kósmico que la vanidad desorienta en una interpretación incorrecta de la química relacional.

Otras veces el pedo noosférico abduce y aliena los neocortex para juzgar la trayectoria correcta de alguien como ego, arrogancia, soberbia o vanidad. Eso sí , si ese alguien despierta y se abre a manipular siguiendo las estrategias del Penta y del Wa puede liderar a esas hordas de zombies sin rumbo.

Somos escaneadores kósmicos. Digitalizadores de ceros y unos según nuestra diferencia, la ley humana nada tiene que decir sobre lo que se apercibe y se cognitiviza o se desecha.

Un 0 disonante un 1 resonante individualiza fractales komunes.

Holografía kósmica kognitivas emergentes donde lo disonante se disipa en la entropía del calor.

©Alf Gauna, 2024

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