Me cuesta entender la paradigmática que encasilla al ser.
La emergencia es estocástica amortiguada por el feedback biológico.
El Dasein, el ser ahí, afuera, batallando con el sueño de lo dual, experimenta para disipar desorden.
El orden emerge desde lo liminal que encapsula dimensiones entrópicas confundidas de no reconocerse.
Lo humano me da tedio.
Las técnicas que nos atan a patrones tienen fecha de caducidad.
La flecha de lo incognoscible enruta a la infinitud.
El propósito es una nueva religión.
Todo es religión.
Aquello que pauta encadena.
El mismo libre albedrío empadrona egos.
El determinismo encasilla falsa humildades.
La complementariedad de lo indistinto da perspectiva a lo ubicuo.
Es la emoción la que construye cognición.
Puente entre lo liminal encapsulado que experimenta y lo otro que especula para autoreconocerse
Sí el Pin Pong del cognoscere.
El nihilismo es la religión de la diosa Nada y su amante, el pesimismo kósmico, que cohabitan en el adúltero vacío.
Coito de agujeros negros que sueñan en orgasmos de luz, supernovas de Plateros, suaves, blanditos, peludos, inclusive.
Muerto el tiempo, el espacio despierta en el viaje hacia la ubicua infinitud, infinitud ubicua.
Voy hacer 25 años en esto del DH.
Cojo las tijeras y corto canales y sephiroths cabalísticos, los chakras energéticos morren en el desagüe de los agujeros negros, el adn no es más que un travieso virus sodomizador de arns, el yin y el yang , you know, cuentos chinos, lo cuántico un mal viaje de fentanilo, las puertas, vaginas hambrientas de pollas planetarias, el neutrino polen kosmico lost in the universe.
El monopolo gira y gira, un “il mondo” loco en busca de deja vus.
You know, muchos its que sueñan con un I.
Really George?
No.
Morirán de angustia astrológica cuando despierten a que ese I solo será otro IT más.
©Alf Gauna, 2024
Alf Gauna 