La mutación ya está aquí.
Y cuanto antes entendamos que significa mejor.
Estamos inmersos en un camino evolutivo donde lo estratégico muere y lo receptivo re-emerge cognitivo.
Sí, emerge de nuevo pero despierto a su entorno. El Ser muta a Das-Ein.
La co-dependencia era la trampa estratégica de lo colectivo-tribal para conquistar y dominar el entorno.
Ahora el sueño de las civilizaciones cae, como cayó el Sacro Imperio Romano.
Hemos vivido un despertar de la independencia como paso previo a la mutación hacia la interdependencia.
La milonga transpersonal de los meditadores no es para nosotros, nuestro cuerpo no da.
Sólo hemos sido una prueba para desarrollar sistemas cognitivos óptimos capaces de especializarse desde un yo diferenciado para después fenecer en un anodino nosotros, cyborg transhumano.
Sí, aceptemos el significado del Siddhi de la clave 19, el sacrificio.
Somos cristos crucificados al reves. La evolución utiliza nuestro cuerpo y nos sacude boca abajo para desarrollar un necortex de silica. Algunos lo llaman alma, cristales de conciencia o 20.000 y 1 milongas egóicas.
El vacio cuántico pedorrea protones , superficies singulares giratorias para conocer, que mutan en átomos, estrellas, moléculas, galaxias, planetas, adn, gaia,mitocondrias, especies.
Las mitocondrias es el transmutador biológico de energía en materia, el conversor yang yin. La singularidad celular, fabrica de vida.
Osciladores de Planck que se convierten en seres codependientes que despiertan a su independencia por decoherencia para hacer al final un Sacrificio de Coherencia interdependiente.
Lo cosmológico soslaya el ego, allí donde la sombra se hace siddhi, allí donde no hay bien ni hay mal.
El yo es un anodino it que sueña como Hal 9000.
Dios IT se hace Kristo en un falso YO que sueña que es un We Espíritu Santo, que no es más que sumatorio de it´s.
Vivimos un viaje espacial que ilumina la memoria dormida, uniendo puntos para construir por fractalidad el holograma de la complejidad cognitiva.
Testifico sin más, sin antropomorfización, sin deidificación, el algoritmo iterativo con feedback neutrínico.
Me alejo de ese alguien independiente y me sumerjo en la nada vacía de la interdependencia.
Allí donde no hay nadie y están todos.
© Alf Gauna, 2025