Night Birds

Haciendo guardía en el Monte Hacho, allí en Ceuta.

Sí, Africa.

Una noche estrellada, miraba al cielo y escuchaba los cánticos moros a lo lejos.

Yo escuchaba en mi pequeña radio, ya digital, siempre fuí un poco snobs en eso de los gadgets.

Escuchaba a Shakatak y su night bird , aquello de :

“Flyin through the night

Flotaing on a wind

to the city lights

Night birds…”

El cetme me pesaba más que su propio peso.

De hecho mi (sí, así de posesivo suena lo militar) lieutenant tenía que engañar en mi ficha de scores pues yo simplemente me negaba a puntar y apretaba, sin mirar, el gatillo, para que salieran todas las balas lo más rapido posible.

Un día incluso se empeñó en que disparará con un bazoka una granada, pues estaba de maniobras y tenía que lucir mis estudios de físico y de balística al coronel y fardar de nuestra preparación.

Luego nos emborrachábamos de Bayleys en la night city como buenos amigos, ya sabes en Ceuta el alcohol no tiene impuestos. Era barato acabar ciego.

El capitán, era peor , pues se empeñaba en hacer marchas nocturnas por la frontera con gafas de visión infrarroja. el cabrón iba follado, atiborrado de coca. Si no te la tomabas tu también no le seguías.

La vida me llevo allí pues ya sabes sin enchufes no eliges. Me hicieron un test de esos para saber donde mandarme y donde cuadraba mejor y ya ves tenía perfil de asesino. Por ello acabe de fusilero en el glorioso Tercio de Regulares de Ceuta, fundado por el Caudillo, Franco para los milenials. Imaginad hasta los legionarios nos tenian miedo y se picaban con nosotros.

Un fusilero es la cabeza de turco de cualquier ejercito , el primero que muere, la avanzadilla que toma las colinas, para que luego los generales tipo Patton se hagan la foto pisando la jeta del enemigo.

Sigamos con las batallitas de boomer…

Un día buscando drogas en las taquillas , mi teniente al abrirla , me miro con cara de cachondeo. Sólo había libros de Sismología, estaba haciendo el doctorado en esas épocas.

Las anécdotas no acabarían pero me tengo que ir…

Ahora por lo visto, Úrsula, la de Bruselas, quiere que al menos estemos un día preparándonos para la guerra y que tengamos un kit de supervivencia para 72 horas.

Otros, dicen, no al re-arme.

Yo miro a ambos con cara de asombro.

Y siento cuantos gilipollas hay.

Y escucho…

© Alf Gauna, 2025

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