Me ha dicho una buena amiga que el arte sana.
Que 45 m dibujando aumentaba no se que o bajaba no se cuanto.
Mi proceso de sanación comenzó en 2008 de manera inconsciente cuando mi cuerpo decidió expulsar poesía.
Desde mucho antes intenté todo tipo de técnicas pero no terminaron de cuajar.
El secreto de toda sanación, de toda acción terapeútica, es el vínculo con el sanador y no con la técnica aplicada.
Y realmente el único sanador, tu único terapeuta, está en tu interior. Establecer el puente entre esa personalidad que se ha intentado adaptar a un mundo inadaptable y tu ser.
Sí, establecer el puente entre el Ser y el Das-Ein.
Recuerdo que ese 2008, en una noche oscura del alma mi cuerpo dictó un libro de poesía. Libro que se autotituló “La Angustía del Dasein”. Sí, un canto al despertar a la existencia, a dejar de vivir en el cielo del Ser y aceptar la tierra del Dasein.
Es la vida misma la que te trae esas relaciones que espejan tu ser para que acepte, que abra el corazón a la única realidad del Dasein.
La sanaciòn consiste en integrar con coherencia tu Ser en el Dasein, en el lenguaje del Diseño Humano. se diría encontrar tu fractal, pues allí es el único sitio donde realmente este proceso de integración es posible.
Otra forma es dejar atrás el lenguaje egóico del la Cruz de Encarnación y aceptar la Cruz de la Vida.
Por eso es tan importante eso que unos vilipendian que es la Secuencia de Venus, sanar para poder integrarte en la vida.
El camino no es fácil pues la propias técnicas se convierten en el fin y no en el medio.
El único medio son las personas que te encuentras y la contemplación del vínculo que se establece.
Esa contemplaicón que poco a poco deja atrás el camino del karma, te lleva al Dharma de tu individuación y ,al final, a un Dasein integrado.
No es para todos, unos lo consiguen, otros no.
No es volitivo, lo decide la vida tu , no, aunque te lo intenten vender.
Mientras, cariño mio, lo mejor que puedes hacer es cuidarte mucho.
Yo,solo,
puedo
amarte.
© Alf Gauna, 2025