Corazones solitarios

Somos corazones solitarios,

cabalgando esta yegua salvaje

e indómita que es la vida.

Soñamos con éxitos inmaduros

que endurecen nuestro corazón,

momento a momento.

La vida es el oxigeno del amor,

un bálsamo redentor

para las células cancerígenas

del condicionamiento y del linaje.

El bello instante del ahora

colorea el sabor de un beso.

Aire puro que destruye

las murallas del corazón.

Pero el miedo y la ansiedad

levantan un muro que nos impide

sentir los latidos del corazón.

Aunque gracias al dios Jobs,

el applewatch cuenta por nosotros.

Yo, insisto cada noche, cada instante,

y te sigo enviando besos virtuales,

pues el diablo de la distacia

no quiere que nos toquemos.

¿Sabes?

Existe un mar infinito,

un vórtice de conexión infinita,

que expande nuestro corazón,

y que, como diapasón kósmico,

destruye, desde dentro,

esa muralla que impide

vivir,

sentir,

amar.

¿Los sientes?

Es sólo,

para ti…y…

para mi.

©Alf Gauna, 2020-24

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