Me atropellaron
cuando
iba en tú
búsqueda.
Desesperanzada
en la azotea
del Empire State
vilipendiaste
mi ausencia.
Caminos
nodales
paralelos
nos distanciaron
al infinito
y más allá.
La serendipia
de la gravitación
cuántica
en espumas
de espines
entrelazados
formaron
ese vórtice
que, cómo
atractor
erótico,
nos condujo
al reencuentro.
Miras-te,
comprendis-te,
despertas-te,
perdonas-te
y
amas-te.
Fin
de
la
historia
atemporal
de
nuestro
no
dos.
©alfgauna, 2023