La Forma Lunar de Nuestro Cuerpo

Cómo geofísico he estudiado profundamente las mareas.

La gente se da cuenta de ellas cuando va a la playa.

Hay más o menos sitio para poner la sombrilla.

Para algunos la consciencia evoluciona.

Sí, desde el egocentrismo de mi sombrilla, pasamos a la posibilidad de pillar más sitio para mi familia, quiza una supersombrilla, una mesita, una nevera para las birras y unas sillitas para la paella. Hemos despertado al etnocentrismo, a pensar en nuestra tribu.

La cosa se complica cuando vienen los alemanes a Benidorm o peor unos gabachos o unos hooligans….ya no te digo a los de alá o los de buda. Bueno, salvo que “haiga” mcuha pasta por medio. You know, “el negosi es el negosi” y la mano negra del egocentrismo siempre acecha.

El salto a aceptar a compartir a unos “no autoctonos” a ese trozo de playa que la Luna tenga a bien liberar es algo que le cuesta just now a un 80% del planeta. Tener una visión Mundocéntrica no es fácil, más en la época de Pandemias y guerras que nos acechan.

Bueno, hay un 20% con una visión mundocéntrica de pacotilla que sienten que regulando todo desde el ecologismo la temática de la explosión demográfica se va a arreglar. Oye que esta muy bien eso de las banderas azules para la playas, España es el que país que más tiene. pero la presión de los de las paellas es tremenda. ¡ Ojo ! que no tengo nada contra las paellas….

El Kosmocentrismo queda para 2 o 3 “matados a pajas” like me.

No quiero enrollarme con la física pero que sepáis que la luna mueve no solo el agua del mar y de los océanos sino la forma de la tierra firme. Aún más, todos los planetas ponen su granito de arena en esa danza de atracción y de repulsión. Ya sabes, ”gira el mundo, gira”.

Sí, Gaia “polimorfea” su body por su conexión kósmica.

Si avanzamos un poco nos encontramos que realmente sin la Luna yo no estaría escribiendo estas líneas.

Ra investigaba a nivel científico como era el proceso encarnatorio a través de ella. El des-encarnatorio , el bardo, lo describió claramente.

Son menos los que saben que la Luna y todos los planetas “polimorfean” nuestro cuerpo por resonancia, sí, ese mundo multicolor a lo abeja Maya.

Sí, la solidez de nuestra presencia se basa en la Luna. Es lógico, somos un blandiblú lunar.

Recuerdo de pequeño cuando me hacían un reconocimiento médico en el colegio eso de atlético, picnico o asténico , meso-endo-ecto-morfo.

6 colores de la Luna Diseño , 6 cuerpos.

Desde la pesadez del 1 a la liviandad del 6.

Una medida somática de cómo el condicionamiento nos desvía de nuestra forma.

Esa mujer que esconde ese 5 que todos desean, ese 2 que se muestra porque nadie lo mira. Esos 3 que quieren aventura o ese 4 que solo quiere pertenecer.

Imagina que coloreas esa luna de diseño cuya línea esconde la bioquímica sexual de la atracción y de la repulsión, Freud hubiera descubierto la pólvora de su psicoanálisis.

Sí, la luna juega con las mareas de nuestro deseos y frustraciones sexuales y por ,ende, la que marca la ceremonia sagrada del apareamiento kósmico encarnatorio sagrado.

Esa luna que despierta la llamada del monopolo dormido en el regazo del cristal de diseño, allí al resguardo del núcleo de la tierra.

Selena o Tsukuyomi , la dichosa pelea de poner género a la Luna. Pajas genéticas de estrategias divinas.

Muerto el Tao, muerto el género.

Muerta la estrategia emerge lo receptivo.

El despertar de la cognición en la forma.

©Alf Gauna, 2023

Deja un comentario