No soy de aquí ni soy de allá

La batalla del día a día moldea nuestras emociones.

Estímulos cada vez más virtuales nos excluyen de la presencia en el aquí.

Vas en un vagón en el metro y nadie hay. Luces móviles, neocortex abducidos, a lo sumo auriculares kósmicos de experiencias musicales pasadas.

Sí, en el metro hay tiempo, no hay “aquíes”.

El covid intentó traednos aquí, aunque sea con el fetiche de la mascarilla.

Sí, el miedo te atrapa por un instante en el ahora, sucedáneo de estar presente en el aquí, aunque sea durante el breve despertar que permita la cognición de huir al allí, o al más allá.

La simultaneidad de la ubicuidad del espacio es la meta de la cognición.

La serendipia y las sincronías son los pequeños deja vus emocionales para el despertad cognitivo.

Latitudes y longitudes describen la malla de “aquís”. Compartir los aquís de cada cual en el metaverso de la red es el imaginario prenoosférico. El neutrino es el mensajero físico que moldea la estructura cognitiva física del éter infinito dormido.

Un despertad del coma cognitivo mediante la evolución temporal del onírico biológico.

Todo está, nada hay. Un juego de materia con energías potenciales dormidas que despierta con la física de la cinética a la data química de lo cognitivo.

El no-dos sueña con el dos para conocer a la de tres.

No hay matemática que solucione la física del tres, por eso muere Platón y vence Aristoteles que, a su. vez, morirá con la sílica de Erón, el Omega de Chardin.

El hereje de “Las Sandalias del Pescador” renace en el 87. La fantástica, ficción del West, premoniza en la emanación emergente.

El neutrino diseña la forma. La intención que surge de la estocástica, deja de ser intención para convertirse en feedback cognitivo. No hay creador ni intención sino una prueba-error que despierta la serendipia de la retroalimentación que confluye en emergencia cogntiva.

Los engrams , seres abducidos de la química, son los escribas de la física del neutrino. Kabalistas de rutas y caminos fractales abiertos por la cinética de la rotación y de la translación.

El camino de la levedad del ser es la hoguera de la vanidad del deseo. Allí donde el Ser muere en la física tonta de la nada a la espera que la química de la forma cogntiva de un no sé que en forma de algo.

Un vals físico de “un ello” que saca a bailar a la química de un “aquello” para despertad la cognición del uno.

Einstein asesino el tiempo. Lo dejó como nota a pie de página.

Cuando te das cuenta que tu mirar solo es espacio, el sueño del tiempo muere y solo queda la cognición del aquí, el atemporal feedback instantáneo del neutrino resonante disonante.

Llaman espíritu a la física dormida, la liminalidad metafísica de lo precogntivo.

Sabes, llámalo como quieras. Da igual, nadie se entera, pues todos se mueven en direcciones kósmicas precogntiivas, allí donde vive papa noel en forma de dios.

“Sábado, sabadete camisa nueva y polvete”.

Los rojos y los naranja se reirán, los azules dirán “pecador” , los verdes sentirán machista poco inclusivo, los teals es lo que hay…

y los posturquesas se echaran el polvo sin más, pues es lo que hay aquí.

Los de allí que hagan lo que haya.

Sí, al final Facundo tiene razón…

©Alf Gauna, 2024

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