No existe roles para lo que siento.
Todos intentan encasillar
la emoción en una expresión.
Existe un gap
Entre lo kósmico y lo gáyico.
Entre la física y la química.
Entre la función de onda y lo colapsado.
Entre la starship del testigo y la guagua del yo pasajero.
Lo ontológico que nos une muta a tautología en lo dual.
No, no quiero expresar.
Expresar mata el sentimiento.
Me callo.
Me quiero callar.
Me niego a ejecutar anodinos
papeles homogeneizados
escritos por males
guionistas de Holly-Bolly-wood.
No quiero,
ni ser amigo,
ni amante,
ni padre,
ni maestro
ni psiquico
ni chaman
ni víctima
ni verdugo.
Sólo quiero
ser el
nómada
de la pasión
y del deseo.
Sentir
aquí
y allí
en la fluidez
del ahora.
Quizá
rememorar
deja
vus
acontecidos
en las noches
frías
de soledad.
Breve
atisbos
temporales
grabados
en el
hipocampo
del recuerdo.
No,no soy
personaje
de los arquetipos
digitales de 64 its
anodinos escritos
por chinos sin plexo
o anglosajones con bazo.
Sí, yo escribo
mi book,
mi portafolio
de experiencias
con los 64 bits
de mis orgasmos
de mis duelos
de mis caídas
de mis éxitos.
Sí,
puro
narcisismo
vital
que
enriquece
la tontura
kósmica.
Muerte
a los I ching,
todos son de
2ª mano.
Escribelo
tu con la
sangre
manada
de los navajazos
kármicos
de la vida y
los lenguetazos
dharmicos
de lo fractal.
Tinta
posturquesa
del que
despierta
en la
noche
de Brahma.
©Alf Gauna, 2024