Poner palabras
al cuerpo
con dolor
no es fácil.
El dolor
satura
lo consciente.
Un tsunami
incongruente
de sensaciones
pugnan
en encarnar
en vocablos.
Las palabras
chirrian,
se diluyen
en la intensidad.
No hay jerarquía
que una letras,
que signifiquen.
La Thermomix
cocina
un puré
bioquiímico
de estos,
de aquellos,
de tal vez,
de inclusos
o
de quizás.
Una
papilla
in-degutible
de nadas
vacias
saturada
de la sal
del dolor.
La razón
no está.
Acariciame
como a un
pet.
Se pasará
y quizá
balbucee
un te amo.
Sigue
pls
sigue,
ahora
en la barriguita.
©Alf Gauna, 2024