Las circunstancias
doman la pasión.
No can.
No.
Respetar
las misiones
casi imposibles
de “los otros”
se hace muy duro.
Los proyectores
somos los
Tom Cruise
kósmicos.
En ese
juego histriónico
entre
el to be
or el
not to be
la vida
se esfuma
en un maybe.
Llámalo
resignación.
llámalo
aceptación,
o simplemente
el sacrificio
del no dos.
Solo las caricias,
besos profundos
en pieles revueltas,
sueños convexos
de pizpiretos
microorgasmos
amortiguan
los cortisoles
de falsas
egóicas
dopaminas.
Se madura
la soledad kósmica.
No, no hay nadie
allí fuera.
Cierro los ojos,
todo se apaga.
No hay eternidad,
solo vagas fluctuaciones
cuánticas perdidas
en un plasma de nada.
Waiting for re-emerger.
Waiting por la llamada
de la amada.
Quiero la forma
para tocarte.
Colapsar
para sentirte.
Saborear tu saliva,
remorder tu lengua,
lamer tus labios,
oler tu pelo,
olvidar mi ser
y fundirme
en el tuyo.
El
desafio
de dormitar
en tu útero
en espera
del baño
de sangre
que como
lobo
en luna llena
ansío.
Tsunami
de oxitocinas
kosmicas,
supernovas
de serotoninas
límbicas.
Correspondencias
biunívocas
en EGB´S
olvidados.
Conjuntos
conexos.
Desvaríos
inconexos.
Baila,
danza mi amor.
Vitruvio
despierta
como
the Watcher.
Los billetes
de 500 euros
vuelan en busca
de un tanga
comestible.
Twerking planetario,
PolDance biblíco.
Dios murió.
La virgen no copuló.
José no eyaculó.
Y el espíritu santo
mudo quedó.
La vida es un sueño.
Y,
maybe,
los sueños,
sueños son,
han sido,
serán.
©Alf Gauna, 2025