Estoy muy cabreado.
Entre los microcapitalistas, los micromachismos, los micronarcisismos y los putos microtransgeneracionales hay ciertas madres a quienes no se les deja ser, más especialmente si son proyectoras, eso para los que entiendan de DH.
Al ser madre a veces parece que firmas la sentencia de muerte de tu ser, o a lo sumo una condena casi perpetua hasta que puedes alcanzar el tercer grado con un poco de suerte.
Los llamo micro porque se aceptan en modo automático, inconsciente.
Llenan el vaso , erosionan como el agua a la piedra.
Microviolencias de género.
En esta sociedad ser madre es una eficaz politica de cancelación.
Peor aún de autocancelación, a veces, incluso, consciente.
Kosmológicamente , el Tao es Yin, siento que debería habérselo pensado mejor a la hora del parir el Yang y darle el poder.
En 1991 comenzó su cancelación, Sirio se encarnó en Suiza en ese Tejo.
Pero vencer a la semilla del diablo instalada en esa mente del no ser es complicado.
Los científicos siguen primando la energía a la materia. Micromachismo científico.
El amor y la familia son otra gran eficaz política de cancelación.
Veía el otro día la “Casa en Flames” , al final a la madre no le queda otra que la manipulación, para gestionar su carencia afectiva, de un hijo narcisita músico, una hija madre obligada y un ex cónyuge obsesionado con lo material.
Los memes son peor que los genes. Digo meme como unidad basíca cultural de transmisión.
La cultura nos ha llevado a esta memez que vivimos. Incluso cancelando nuestro propio cuerpo, reflejo de nuestra identidad kósmica.
Tenemos 4 pronombres en nuestro lenguaje que describen las 4 áreas que tetraemergen a la vez en nuestra existencia, yo-tu, nosostros, ello, ellos. Cuatro cuadrantes que definen 4 perspectivas que siempre hay que tener en cuenta y casi nadie las considera. Nos movemos en un continuo sesgo reduccionista de cuadrante.
Lo holístico tiene que ser integral para ser turquesa.
No te dejes cancelar con las trampas del Penta y del Wa.
© Alf Gauna, 2025
Alf Gauna 