Mi mood diario lo define mi ano.
Sí, es el que manda.
El puto amo.
Es así desde hace 33 años, desde mi retorno del puto Saturno.
La mente puede querer cualquier milonga, pero él abre y cierra el grifo de la vida.
Pronombre personal, él.
Sí, tiene vida propia, volición y libre albedrio kósmico.
Aunque parece que en lenguaje castellano tiene género, siento que es trans.
No sé, cuando hacía la mili en África un compañero gay, muy lustroso él, se levantaba siempre un poquito antes de las 6 a.m. cuando el corneta tocaba eso de “quinto levanta tira de la manta” e iba con su neceser a dejar su ano limpito, niquelado, ya sabes, por si…un batallón de machos salidos no deja de ser un harem.
Mi mente es solo un payaso, un puppet en sus manos.
Hablan los cirujanos de calidad de vida, pero fue uno del gremio quién me dejó astenosado.
Ya, la vida no deja de ser una lotería primitiva diaria, aunque Rudd dice que hay que abrir el corazón no dice nada de abrir el culo.
Mi ano como salida, como entrada me cuesta por puro trauma, va asociado a Saturno-Cronos, y siempre me viene el lienzo de Goya, devorando a sus hijos para que no lo destronen.
Alegoría del tiempo, de la cosecha, de la fertilidad, simbolizados con la hoz de la destrucción, del ciclo de vida y muerte.
Muerte o vida diaria marca el mood.
Es dificl que la amargura crónica no te invada y verlo solo como instantes amargos.
La espera tiene un ciclo de 24 horas, eso si hay suerte y un tsunami imprevisto no llega fuera de tiempo.
Es curioso pues su puerta asociada, la 41, se ve truncada day by day y siempre queda en fantasías, pues, al final, solo emana mierda y sangre, sí la sangre de mi ser, de mi G, que se diluye amodiño en cada cagada.
Mi propósito, mi tierra de diseño, puerta 29, es dificl que salga de la sombra, del halfheartened, la tibieza de no poder entregarse a nada.
Es cuando la luna de diseño tiene a bien de traer esa persona que te lleva al dharma, cuando el commitment, el compromiso de implicarte en algo renace y despierta a ese niño SQ que quiere liberarse de su victimismo y mostrar al mundo la exquisitez tierna de la igualdad.
El verdadero proceso de individuacón más allá de lo que tu ano diga.
La esperanza fractal.
© Alf Gauna, 2025