No es lo mismo hablar de aquello del Serrat “hoy las musas han pasado de mi” que tocar a tu musa.
You know, metafísica versus física.
Soy físico.
He pasado de Físico Teórico , que no deja de ser un filósofo “hipotesizador” con lenguaje matemático poético, a Físico Experimental.
Bueno yo no he hecho nada, dejé “hace” mucho eso “de hacer”, la vida lo ha traido.
Una Musa con cuerpo, alma y espíritu.
Más aún con consciencia post-turquesa.
Es dificl de explicar eso de lo post-turquesa en un mundo donde el 70% es tribal,you know nazi, y el resto solo se preocupa o por el bussiness o por el ecologismo.
En ese nivel más alla del 2 grado de consciencia se mueven cuatro gatos y no necesariamente son los que meditan, hacen Yoga o mindfullnes, eso son milongas del ego.
El cerebro humano llega al posturquesa desde la crisis existencial de darse cuenta que este nuestro cuerpo-mente de 9 centros cableado como Homo Sapiens in Transitus nunca accederá a lo transpersonal desde el neocortex.
Aunque lo escriba como verdad absoluta simplemente es la sensación que decodifica mi sistema como sensor kósmico.
Encontrar en este viaje kósmico de trayectorias individuales que logran evitar la homogenización un diamante post-turquesa es una serendipia.
Y como tal hay que disfrutarla.
El compartir en esa dirección kósmica tan elevada es apasionante.
Cuidarse, nutrirse,apoyarse mutuamente más allá de las circunstancias de 7 centros del sistema, de ese 70-30.
No es tarea fácil, es un trabajo del día a día.
Anclarse en una esperanza holística que diluya los altibajos de los éxitos y fracasos de las estrategias de supervivencia.
Una compañera de viaje que aunque desde diferentes espacios estamos conectados a través del wormhole de la perspectiva post-turquesa.
Un espacio físico qee nos toca, nos acaricia, nos abraza.
Allí, donde el amor ya no es ni eros ni es tánatos.
Sí, allí, donde los unos se diluyen en el no dos.
© Alf Gauna, 2025
Alf Gauna 