MetaLove

He tardado en descubrir, mejor dicho, en despertar mi sol de diseño.

En realidad, todavía me cuesta darle lo que necesita.

El condicionamiento y el karma me ha llevado a la deprivación y al miserear.

Rudd lo llama el Resplandor, la radiación que emitimos, el aura si quieres, realmente aquello que verdaderamente nos mantiene sanos, vivos.

Es lo que heredamos del árbol de papa.

Y la tradición paterna era muy de santos o adulteros, de misioneros o puteros, de gastones o de colchoneros…

Vamos sexo y dinero que llevaba al pecado y, al final, al cilicio de la excesiva responsabilidad y honestidad para redimirlos.

Cuando aparece el Diseño Humano ese horóscopo que has leido durante toda la vida en el diario, muere ,pues tu fecha de nacimiento resulta que es 88 dias antes.

Rompedor.

Te vas fijando y poco a poco , te das cuenta que en tu vida aparece mucha gente nacidos en tu fecha de diseño, como para decirte “hey You babe ! awake your body”.

El problema era que casi todos estaban peor que tu y su cuerpo miraba a noviembre, sus 88 dias antes, y al final era un dialogo. de besugos.

Era como si las fechas te decían quién te llevaba al karma y quién al dharma.

La cuestión es que mi resplandor se parece a la pelicula de Nicholson aunque mi ego definido lo haya tratado de domar con todo tipo de herramientas.

Dice mi Resplandor;

“Es de suma importancia que realmente disfrutes tu vida. La vida para ti es una experiencia profundamente sensual. Eres un viajero a través de la experiencia y por lo tanto, necesitas explorar al máximo la vida antes de morir. Los alimentos que comes no siempre serán buenos para ti, pero mientras los disfrutes, te sentirás satisfecho al final de tu vida. Todo en tu vida te dice que te olvides del futuro. Hay gente que se abastece para el futuro y hay personas que viven absolutamente el momento- tú perteneces al último caso. Cada experiencia – sea que te cause agonía o éxtasis, dolor o placer – profundiza tu resplandor interior. Con el tiempo brillarás desde tu interior con la pura sensualidad del misterio de la vida. Mientras permites a la vida tocarte profundamente, dejarás de tratar de controlar la dirección externa de tu vida. Lo único que te interesa es tu dirección interna, y eso significa soltar y soltar. Disfruta tu vida y regocíjate del amor que te rodea y con quien te encuentres en el camino. ”

Disfrutar de la vida…uummmm

El problema es que a ese niño su mama le metía en su cama para que su papi borracho no le pegará…

Marcado por el dolor y de no hacer daño, la vida le lleva a un estado inerte para evitar el sufrimiento y, en consecuencia. a toda interacción y , por ende, a la posibilidad de encontrar el posible placer.

Incluso, como diría Freud, le coges el puntito al masoquismo, Y por añadidura, alimentas, maybe inconscientemente, a un sádico, que emerge en forma de genialidades manipuladoras.

Un Proyector siempre lleva un Maquiavelo dentro, más amable o menos en función de configuraciones, pero casi siempre interfiriendo en busca de reconocimiento.

Si vas añadiendo items a la configuración, la cosa se complica, pon emocionalidad, el helpless receptivo, la dirección definida triplemente, el ego definido y un centros abiertos que no tienen fin.

Ese ser sencillo que busca el disfrute en el presente, añade su línea 4, sí, a través del cuerpo, el beso, el abrazo, la caricia, en la confianza de alguien conocido, se vuelve una raspa distante que no le gusta que le toquen, incluso enferma con un contacto no reconocido como sincero.

Ahora la noosfera de internet nos permite el MetaLove, la matrix virtual que hace de metadona y nos mantiene a salvo de la heroína del contacto con tacto,poco a poco te vas desenganchando, dejas de ser un yonquí del amor físico.

Sabes?

Al final da igual tu resplandor, pues todo el mundo intenta vivir en su sol de personalidad, el bussiness de la psique, que lo llaman, para más Inri, la Misión de la VIda o el LIfés Work. Incluso, Propósito.

🤦‍♂️

Así puedes volver a leer el horoscopo de toda la vida.

Aunque algo dentro de ti haya muerto.

🤷‍♂️

© Alf Gauna, 2025

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