© Alf Gauna, 2025
Tengo claro que todo está escondido en la biología.
El mundo platónico de las ideas y el paradigma de Descartes nos han hecho mucha pupa.
A los seis meses de estar en el útero de mamá, toda la Kósmic Big History física se ha encapsulado biológicamente en una serie de especializaciones celulares orgánicas: hubs liminales, abiertos a la bioquímica de la relación, a la física de la rotación encarnada en la química kósmica de la emoción —motor relacional nodal—, y a la cognición: la fuerza débil, mutativa, del neutrino.
La milonga cortical divinizada tomó el mando de la decisión.
Gestionando una noosfera virtual, la vida se soslaya.
La pandemia puso las cosas en su sitio: despertó el cuerpo.
Comenzaron siete años de Fast & Furious Awake.
Dicen que Ra, en sus últimos años, miraba ya solo el lado del Diseño.
La Dualidad es la trampa.
Lo que fricciona.
Y lo holístico… lo holístico es para cuatro gatos,
porque gestionar el espíritu del quantum con la mente sodomizadora, herida y condicionada,
es un reto para el 96 % de las encarnaciones.
Por eso, en mi Escuela de Proyectores, hago hincapié en los tips corporales:
despertando cognitivamente a la mente ante la dualidad del movimiento del pensamiento —fuente de toda violencia, como decía Jiddu K.—,
la transferencia y la distracción,
más que en la estrategia y la autoridad.
El cuerpo del Proyector es súper sensible:
una esponja de recuerdos que nutren, desde niño, su amargura,
y, en cierto modo, mitocondrialmente indefenso.
La limpieza de heridas y sombras kármicas, epigenéticas y biográficas mediante la Secuencia de Venus se hace imprescindible.
Y también la identificación, en un DAFO personal,
de las fortalezas y debilidades que definen la estrategia para gestionar amenazas y oportunidades,
y establecer una Práctica Vital Integral (PVI) de supervivencia en el sistema.
Al final, se revela un Mapa Integral de la multipersonalidad del Ser,
primando la atención al cuerpo.
Aunque, a veces, haya que sacar al alienista
para exorcizar esa mente que posee a todo Proyector…
Alf Gauna 