20 de diciembre de 1973: ETA asesina a Carrero Blanco.
Mi padre, proyector del bazo con capacidades especiales, lo tenía claro.
Cogió el coche, nos metió a tutti y emprendimos camino hacia la casa de mi abuelo, recién fallecido, allá en Asturias.
Junto con mis primas, que venían de Galicia, pasamos unas Navidades de esas que los niños no olvidan nunca.
Allí despertó el niño curioso.
Ese despacho que escondía una librería a lo interestelar.

Sí, alguien empujaba desde lo interdimensional y atemporal aquellos títulos que necesitaba para deconstruir la cosmología cósmica del giro y los neutrinos.
Nunca ha parado. En cualquier librería sucede, no solo física sino también virtual. Desde aquel 2001, cuando emergió la red, comenzó la Odisea del Espacio.
En 2015, con la detección de la primera onda gravitatoria, mi cuerpo comenzó a teclear el mensaje del kosmos en este, mi blog.
Sin sujeto, desde la objetividad vibracional de los quarks del núcleo de mis átomos.
Sin verdad, sin dioses —ya se antropomorficen como barba, como energía, como conciencia, como espíritu o como metafísica—.
Aceptando la labor de engram.
Ser el lector del fondo cósmico de neutrinos en la época que me ha tocado vivir.
En 2025, cincuenta años después, la claridad emerge.
Sí, no hay nada que demostrar.
Puro arte de mostrar.
© Alf Gauna, 2025