Reinos de Taifas

Califas, Virreyes, Presidentes autoproclamados de Repúblicas de Ikea , Santones, etc, son muchas las estructuras de poder que dan forma al dogmatismo, narcisismo y vanidad de los supuestos gurús y sus apóstoles.

Vengo del mundo del emprendimiento, de los «Yupies», de los «Lobos de Wall Street», de los «Bussiness Killer» y la verdad es que no me he encontrado más mierda y más amenazas que en el supuesto mundo espiritual, del “todo somos unos” , del “pensamiento positivo”, del “amor incondicional”. En el mundo empresarial la gente es más honesta, saben perder, huyen, se suicidan o van a la cárcel en función de lo que tarde la “poli” en encontrar los testaferros o las “s.l, fantasmas” en los paraísos fiscales. Es cierto que también hay otros, más listos, que compran políticos, construyen leyes y se las pasan por el forro comprando jueces. Pero , bueno , es lo que hay, el funcionamiento habitual del Sistema y todos sabemos cómo va. No hay sorpresas y ahora van de cara. Lo que pasa es que nosotros cerramos los ojos y seguimos votando por si alguno nos suelta un poco más de jubilación, subsidio o de renta para gastar en cerveza o marihuana.

El problema es la sorpresa que te das en este mundillo espiritual. Aquí son más sofisticados, prefieren crear pequeños reinos de taifas formando un harén de apóstoles que rinden pleitesía y mantienen con diezmos la “casa” a costa de paradigmas eternos inmutables que no se adaptan a la mutación y cambio inherente al universo. En términos de Escuela de Negocios la estrategia de “ordeñar la vaca lechera” sin darla de comer para qué produzca buena leche.

También hay mercaderes satélites que roban en estos reinos de taifas y hacen la reventa a precios asequibles en mercados de economías pobres. Es un hecho, la gente necesita ayuda y no hay dinero para pagar estos conocimientos.

Aquí que cada uno juzgue , si eres capitalista puedes dejar que el mercado ponga el precio, si eres socialista quizá sueñes a que todos tengamos derecho a un acceso asequible a lo que pueda mejorar nuestra existencia. O si ejerces un anarquismo capitalista lo mejor sea que te busques la vida por las redes sociales. Ya sabes sigue tu libre albedrío genético.

La gente que se acerca a este mundillo viene básicamente por dos motivos. Los que llegados a una edad se dan cuenta de que “la cosa no funciona”, algo así como una crisis existencial, o los que realmente tienen un problema psicológico y luchan por adaptarse a un sistema para poder sobrevivir o simplemente luchan para que los respeten o los quieran.

Sí, también está el grupo de aburridos, fagocitos de conocimiento, que simplemente consumen en el “carefu” espiritual. Y otro grupo de followers de mitos y gurús que simplemente se enganchan al viaje psicotrópico de la huida espiritual.

Todo es aceptable, mientras respetemos la libertad de opinión y de elección. Todo es aceptable, mientras no haya amenazas, mientras no haya navajazos. Todo es discutible, el problema, es que la gente básicamente no tiene ni puta idea de lo que discute o defiende, simplemente intenta imponer.

Al final casi nadie quiere la verdad, nadie quiere ayudar, nadie quiere construir, nadie quiere integrar, nadie quiere encontrar la bueno de cada técnica, de cada mensaje. Sólo defender su pequeña parcela, su pequeño nicho de mercado, su negocio.

Bueno quizá nadie sea algo exagerado, a lo mejor tres o cuatro quijotes que cuando ven el percal que hay en el mercado de la verdura, en el mundo de las «cuevas de Ali Baba y los 40 ladrones» deciden hacer mutis por el foro y dedicarse a sus menesteres. Prefieren tomar las perlas de cada técnica sumándolas a un todo integral y conformar una nueva más amplia y ajustada al cambio. Gente anónima que intenta ayudar, aunque simplemente sea uno a uno, a que sus clientes resuelvan sus conflictos.

El universo evoluciona, la epigenética y la neuroplasticidad dan luz a un posible cambio de nuestro código genético y de nuestra cognición. No hay paradigmas inmutables. Hay pequeñas verdades relativas que se hacen cada vez más plenas según avanzamos y las adaptamos.

Potencia tu cognición, desarrolla tu “awareness” para poder elegir lo mejor para ti.

Y recuerda