No, no lo quería.
En 1986 trabajaba de aprendiz de Sismólogo en el Departamento de Geofísica de la Universidad Complutense de Madrid siguiendo a mi mentor , jesuita y catedrático. que me habría reconocido un par de años antes siendo estudiante.
Había dejado la especialidad de física fundamental por aquello de estar rodeado de cerebritos, y por esa época me consideraba un pato mareado poco inteligente que no sabía cómo había acabado en la licenciatura de Ciencias Físicas y quería salir de ahí sin mucho sufrimiento académico.
Poco después con la convergencia armónica de 1987 el transgeneracional familiar inundó mi vida y el mundo de la empresa me vino a reconocer con un contrato goloso para mi juventud.
El jesuita me insultó sin remilgos y sin ninguna culpa pecadora por venderme al capital. “Al final serás un puto vendedor y te arrepentirás” me dijo. Ahí reconocí que la frontera de cura a diablo exorcista era muy fina.
Tras un año de servir a la patria en el glorioso cuerpo de regulares de ceuta, fundado por D.Francisco Franco Bahamonde, competencia directa de los legionarios, sí, algo así de quién era más duro, tomaba mas maría o la tenía más larga, me dedique a un trabajo técnico comercial en el área de la ingeniería dinámica de obras públicas.
Cinco lobitos, un lustro, duré en ese caos verdulero corrupto entre las contrataciones a dedo del Estado y de las empresas privadas, creadas “ad hoc” para chupar presupuestos ministeriales. Amiguetes, toros, comidas en Jokey y putas. Que no se escandalice nadie por decir lo que era la venta entre dinosaurios en esas épocas.
Sí, ahora hace 30 años , otro puto retorno de Saturno, que deje la empresa privada y, eso de trabajar por cuenta ajena.
El sueño metageneracional impulsó mi salida emprendedora hacía tierras bucólicas. Mi mayor cagada, si hablamos desde el punto de vista volitivo y sistémico.
El otro camino había comenzado desde las dimensiones ocultas de la inconsciencia en enero de 1987.Mientras yo viajaba a Africa, Ra Uru Hu canalizaba la Voz del Diseño Humano.
Sólo tres meses después de dejar mi trabajo y emprender en el mundo de los negocios, una mala praxis médica en una operación quirúrgica me llevo al lado oscuro del dolor y del sufrimiento.
Sí, en julio de 1993, otro retorno de Saturno, de ese evento que despertó mi otro yo.
Es curioso, después de tantos reconocimientos desde el No Ser de jesuitas catedráticos y avispados empresarios puteros me tuvieron que dar por culo con una mala operación para despertar a mi propio reconocimiento.
Eso que de niño escondí ha ido surgiendo en este camino de descondionamiento de manera mágica y dolorosa. Ese físico trabajador aplicado generador , posterior emprendedor manifestante, se ha convertido a los ojos del sistema en un friki proyector, entre vidente, psíquico, alienista, exorcista, eutierrian que finge ser mentor para no acojonar a la clientela.
Pero, sabéis?
Cuando escuchó a Sade, me viene eso de no haber dejado la universidad y estar en el US Geological Survey en California o incluso cómo meteorólogo en cualquier asilada estación o,why not, de astrofísico observando las estrellas en lo alto de cualquier montaña.
©Alf Gauna, 2023