Extrañar
por ausencia.
Extrañar
por pérdida.
Todo depende
de la volición
de la ausencia
o de la pérdida.
Echar
de menos
algo
que no ocurrió,
no es más que
una ilusión virtual
del metaverso
mental.
Enhebro inconexas
emociones
en pensamientos
buscando
coherencias
lógicas.
Sentimientos
de lo absurdo.
Cribando
experiencias
quizá sólo quede
unos pocos besos,
el resto revoltijos
de locuras
mentales.
Perspectivar
heridas
para evitar
la Herida
en el cuerpo.
Quizá no
sea una quimera
pero la sensación
fue y será
desde siempre
que era,
pero no fue
ni será.
Sí, cosas
de lo circunstancial.
El entorno de la
circunstancia,
lo nodal,
rula
más que el ser
y el estar.
El Dasein
es lo holístico.
El Ser,
una milonga.
To be or
no to be
no es ya
la cuestión.
Hay que estar
ahí en la resonancia
coherente
de la circunstancia.
Sí, Ortega lo
tenía claro, añadía
al Dasein
de Heiddeger
un matiz.
Lo hacía integral.
Un beso,
una lengua,
una caricia,
un abrazo,
permanece,
ausente
de palabras,
vibrante
sonando
en
gravitaciones
de placer.
No, no se
si cuando
miss se
hace gerundio,
extrañar se adjetiva
en un missing
de pérdida,
y el tiempo
del presente
continuo
se pierde y
se extraña.
Lamer
y re
lamer.
Todo en
clave de Re
ni Sol
ni Fa
sólo
el re
de
recordar
recordando.
Y el missing
en gerundio
sin adjetivar.
of course.
“ ¡ Jo !,
George,
que lio”
Yes, indeed.
like
my
emotions.
©Alf Gauna, 2023