Necesito escribir.
Una cabaña
para
expresar
mi autoridad
externa.
Abordar
con exquisitez
lo mundano.
Transmutar
lo mediocre
con estilo.
Acto supremo
de sanación
vibratoria.
Mi neocortex
escribe al dictado
de un push kósmico
cincelado en mi
diamante bioquímico
en un in out
emocional
con el entorno.
Un avatar en forma
de membrana celular,
la liminalidad
transitoria entre
el esto
de dentro
y el eso,
lo aquello
de afuera.
Es cosa,
es objeto,
no hay persona.
Nunca hay persona.
Lo humano como
psiquedivisión
es un patraña.
Lo humano
como cuerpo
es kosmos
encarnado.
Interfase orgánica
para conocer.
Quiero verme,
mirarme al espejo
correrme
delimitando
mi forma.
Vulva
y pene
con tetas
voluptuosas
como maná
de traviesos
neutrinos
que oscilan
coloreando
con tonos
de cognición
las anodinas
bases dormidas
en la noche de
Brahma.
©Alf Gauna, 2024