No existo hasta que me observan.
Soy una función de onda de la ecuación de probabilidad de Schorondiger.
Colapsa cuando la energía correcta me observa.
Meanwhile, vivo en un subuniverso de potencialidades.
Una especie de cueva kósmica con entretenimientos de alpiste para la mente calenturienta que sueña que existe.
El cuerpo a modo de traje espacial cuelga del armario biológico , una bodega de homoestasis, con esas condiciones ideales,sí, como un buen vino.
Ese tercero que ni es alma ni espíritu sino protón sin enlace espera la conexión que lo colapse en la química de la emoción y del movimiento.
Colapsamiento de cognición.
Según pasa el tiempo biológico, las llamadas maduran e individualizan en fractales dharmicos.
No, ya no hay tiempo para chorradas. Bond ya solo colapsa para misiones del Ser. El karma y el No ser , kaput.
Una mirada es suficiente para saber cuando comienza una nueva supuesta misión imposible.
Me calzo el traje biológico, me pongo las gafas de realidad virtual, cojo el ascensor inter dimensional y a modo de Terminator emerjo allí donde sea necesario.
La misión causal es la 37.
Una misión de empoderamiento de seres sometidos a las mecánicas biológicas manipuladas por el Spectra. el Kaos del Wa.
Son misiones especializadas de guía.
Besar cuerpos para sanar mentes magulladas de heridas.
©Alf Gauna, 2024