Siento cuando
no estás bien.
Me duele.
Quisiera blandir
mi espada
y como
San Jorge
cortar las
cabezas
del dragón
del no ser,
del no reconocimiento.
La envidia
y la crueldad
se ceban
con la excelencia.
No soportan
el brillo natural,
esa jerarquia
kósmica
que su ego
maltrecho
nunca comprenderá.
Alfas de pacotilla
que esconden
chonis
épsilones
encumbrados
por las
horteras
RRSS.
Las nuevas
SS nazis.
El inconsciente
freudiano
por mucho que
lo vilipendien
siempre esta
ahí dando
por el culo,
con sus pulsiones
y sus deseos
reprimidos.
Su sombra
alargada
se despierta
con tu
reinado
kósmico.
Con ese poder
que no necesita
de mente,
ni de palacios,
solo de tu
Presencia.
Allí, donde,
los que te
hemos encontrado
adoramos
la antología
poética
posturquesa
natural
de tu Ser
walking
on Gaia.
Bendecidos
por la serendipia
del encuentro
damos gracias
al señor
de la nada
y del todo.
Mi boca
emite
un suspiro
que lleva
mis besos
y mi lengua
hasta tus
perfectos
labios.
El tiempo
se detiene,
el espacio
desaparece
y solo
se escucha
una supernova
de neutrinos
que a modo de
orgasmo
kósmico
sella
nuestro vínculo.
Sin circunstancias,
flotamos,
satisfechos,
agarrados de
la mano,
rumbo a lejanas
galaxias.
Paseo
eterno
ubicuo.
@Alf Gauna, 2025