Mi cuerpo reclama algo suavecito.
Pero el entorno no lo es.
Tampoco las circunstancias.
Dicen que la mutación del 27 amortiguará la violencia.
Dicen.
El kosmos usa supernovas;
la biología, el dolor como vía de espabilamiento.
El plural personal es un juego inútil para buscar la cognición.
Quizá lo Bello sea no conocerse:
lo relativo eterno en lugar del absoluto anodino.
Objeto sin sujeto.
Sujeto que ignora ser objeto.
Ser posible.
Energía en potencia.
Baile sufí como endless story.
Polimorfía sin límites.
Terminator cósmico.
Historia potencial que danza en la cinética rotatoria
y sale a pasear con lo traslacional.
Sin creación.
Sin intención.
Acuarela de arcoíris que se disuelven
con la lluvia de la nada.
Eternos déjà vus.
Muerte a lo akáshico.
Guillotinar la amígdala.
Sesgar el neocórtex de la vanidad.
Un simple sentir y olvidar.
Un día de la marmota en la vacía nada
que halla algo que, perdido un instante,
ya no vuelve a anhelar.
Viaje intraespacial sin exterior.
Un Star Trek sin misión.
Hedonismo perpetuo sin clímax.
Quizá un to be, pero sin being.
Sin Das, no hay Dasein.
© Alf Gauna, 2025