Las organizaciones han ido evolucionando en función de como nuestras perspectivas , nuestras manera de ver el mundo , se han ido desarrollando a la hora de enfrentarnos a un entorno cambiante.
Desde la manada de lobos con su líder Alfa , con un liderazgo rojo al estilo mafioso,
pasando por las jerarquías ambar/azule tribales y sociales del ejercito o la iglesia,
por la efectividad ,ajustando la maquinaria empresarial para obtener el mejor resultado, del líder racional (naranja)
o hasta la gran familia verde dirigida por una especie de padre que escucha al todo el mundo pero que es incapaz de gestionar tantas demandas, han sido, hasta ahora, nuestros modelos de organización.
Sólo algunos pocos han sido capaces de parar y de salirse con consciencia de determinados tipos de organizaciones obsoletas que no se adaptan a las perspectivas más complejas que se advienen para dirigirse hacía el paradigma Teal.
Son las nuevas organizaciones llamadas de 2º grado o en una primera fase, Teal (Wilber) o Amarilla(Graves), y que tienen como objetivo no sólo fomentar a líderes con esta visión, sino que la política de Recursos Humanos de las mismas fomenten y creen las experiencias necesarias para el desarrollo vertical de sus miembros.
Reinventar las organizaciones no es posible sin que sus recursos humanos reinterpreten sus propios personajes. Re- posicionarnos ante lo que significa el trabajo en nuestra vida es esencial a la hora de que los lideres puedan reconstruir la experiencia organizacional.
Gracias a Eduardo Toledo por sus gráficas, os aconsejo visitar su web 9brains.es
Reposicionarnos ante el trabajo requiere a su vez un proceso previo que conlleva la reinvención de tu personaje ante la vida en todas sus dimensiones. Algo que lleva su tiempo. Tiempo marcado por tu cuerpo, tus emociones, tu sombra, tu infancia, tu transgeneracional, tu entorno, tu educación, un proceso que puede llegar a ser muy largo en algunos casos. Un proceso independiente de las necesidades económicas de la vida, que evidentemente si están en contra lo alargan. Un largo período de descondicionamiento, de maduración y desarrollo hasta alcanzar al centauro despierto que acceda a esa perspectiva Teal.
Ken Wilber nos habla de los problemas de esta maduración:
“La investigación realizada al respecto hasta la fecha ha puesto de relieve la existencia de dos tipos, al menos, de crecimiento y desarrollo… lo que implica que el ser humano se enfrenta a dos tipos muy distintos de compromiso espiritual. Y lo más curioso es que, como el descubrimiento de uno de ellos es relativamente reciente, ningún camino de crecimiento o desarrollo (convencional, espiritual o de cualquier otro tipo) ha incluido, hasta el momento, esas dos importantes dimensiones a las que nos referiremos como «desarrollo» y «despertar». Y el hecho de que ningún enfoque los haya tenido en cuenta a ambos implica que, al centrarse en una sola de esas dimensiones y desdeñar la otra, la humanidad ha estado generando, a lo largo de toda su historia, seres humanos fragmentarios o incompletos.
Con ello queremos decir que la humanidad ha estado produciendo individuos que, si bien se hallaban muy desarrollados (es decir, muy avanzados) en algunas de sus inteligencias múltiples, también estaban muy poco despiertos o iluminados (es decir, que carecían de toda noción de lo que los sufíes de nominan «Identidad Suprema» y permite a las personas experimentar que son uno con la realidad, con el universo y con todos los seres). Siga leyendo, pues, por más que estas afirmaciones le parezcan, por el momento, un tanto «lejanas» y verá cómo, con el tiempo, las cosas empiezan a cobrar cierto sentido. ¿No le gustaría, si esa realización de la que estamos hablando fuera posible, participar de ella? Porque una de las cosas que vamos a hacer en este libro es descubrir cómo podemos empezar a entender lo que esta experiencia significa personalmente para usted.
La humanidad, por otro lado, ha estado produciendo individuos que aunque llegaron a despertar o iluminarse, se han mostrado muy inmaduros en muchas de sus capacidades humanas. Por ello precisamente hay personas que, pese a ser «uno con el mundo», se hallan muy poco desarrolladas psicosexualmente (y se aprovechan, en consecuencia, de sus discípulos), muy poco avanzadas moralmente (recordemos que no fueron pocos los nazis, por ejemplo, que se interesaron por la meditación y las prácticas de yoga) o son francamente homófobas, sexistas, racistas, xenófobas, autoritarias, rígidamente jerárquicas, etcétera, con una inmadurez en cuestiones mundanas rayan en la disfuncionalidad… cuando no en la abierta patología.
Jamás hemos contado con una práctica que tuviese seria y simultáneamente en cuenta el desarrollo (es decir, la maduración plena de todas nuestras capacidades o inteligencias múltiples) y el despertar (es decir, la Identidad Suprema). Por ello, necesitamos una práctica que no se limite a crear seres humanos parciales o fragmentarios (que es, hasta ahora, todo lo que hemos hecho), sino que contribuya al alumbramiento de seres humanos totales, completos y auténticamente maduros en todos los dominios de la existencia.”
Este proceso que nos lleva a mostradnos con nuestra talentocracia natural sigue unas fases:
WAKE UP-DESPIERTA
Ser Testigo ,Presencia Cognitiva, Atenta y Viva apoyándote en las más poderosas herramientas de crecimiento existencial disponibles.
CLEAN UP & EMBRACE – LIMPIA & ABRAZA…ACEPTA
Aclarar tus emociones , abrazar tus sombras para desbloquear los temores de siempre y liberar tu verdadero poder.
GROW UP-DESARROLLA
Aprender a ver y asimilar nuevas perspectivas que impulsan una vida plena y amplían tu mentalidad.
SHOW UP-MUESTRA
Mostrar todas tus capacidades para escuchar, enseñar, persuadir y liderar.
Despertar a nuestro rol kósmico de ser los agujeros de gusanos que transmutan la materia inconsciente IT , que se traga el agujero negro de la sombra, en la materia consciente BIT que muestra el agujero blanco del don.
Igualmente, el Estado es una organización que refleja la consciencia de sus ciudadanos. Es fácil echar la culpa a los políticos para lavarnos las manos de nuestras codicias egocentricas rojas, nuestro ansía de poder jerárquico, nuestra competitividad naranja o de nuestro utópico y ecológico idealismo verde que nos aleja de una consciencia individual teal que colabore en el desarrollo de un estado sistémico holístico, consciente de un entorno post-pandemia que obliga a tomar decisiones alternantes entre el bien común y las libertades individuales. Casi siempre mal entendidas por la eterna disyuntiva liberalismo-socialismo.
Hablar de Estados Sistémicos basados en la sinarquía de la consciencia teal/amarilla de sus ciudadanos nos pueden llevar a sinergias novedosas metanacionales, metatribales, metaculturales, metademocráticas y fluir hacía visiones superiores post-turquesas donde el hombre consciente, agrupado en fractales sistémicos, se funda en ese sistema complejo que es el ser vivo que llamamos Gaia y se sitúe en paz y armonía con el flujo sintrópico del sistema de sistemas complejos que es el Kosmos y su Gran Historia.
Aceptar que somos el neocortex del kosmos apercibiendo nuevas perspectivas cada día en ese camino hacía una Noosfera de Bytes que hagan consciente al Eron Omega.
©Alf Gauna, 2020