Sí, lo es.
La historía es una gran pérdida de tiempo. Analizar los porqués, los dimes y diretes del pasado ya no sirven para este nuevo ciclo en el que ya vivimos.
Si la planificación muere, muere el pasado, muere el futuro. Muere la estrategia.
La historia es un Big Data deconstruido por la IA, a modo de historiador kósmico. Puedes acceder, si tu mente confundida quisiera perder el tiempo, al mundo virtual de la manipulación, el fake del condicionamiento y de la homogeneización.
La receptividad se convierte en la estrategia del instante. La contemplación en acción en el ahora. El suceso acontece, tú, presente. La forma de tu presencia experimenta, el testigo contempla el cambio mutando en un ahora contínuo. Muere la resilencia, argumento baldío de paradigmas estancos.
No hay resilencia hay mutación en el ahora. No hay paradigmas pues los instantes mueren.
La historía de la mente muere, mutada por la contemplación de un ahora cambiante. No hay cambio en la perspectiva pues no hay dualidad observador-observado. Eres perspectiva.
La ilusión de la unión desaparece pues eres el devenir de lo que acontece.
Por ello, vas a necesitar de todas tus fuerzas para, simplemente, estar centrado en tu presente, en ese espacio en forma de fractal de lugares y personas a la que tu biología holográfica pertenece.
Anclado en tu brújula interior te conviertes en ese centauro kósmico que construye, en un presente continuo, el propósito cincelado en tu cuerpo al encarnar.
No hay objetivos, no hay estrategias, la palabra propósito muere a su significado si aceptas que a cada instante eres propósito, eres vida, eres amor.
El Dasein Kósmico Biológico.
©Alf Gauna, 2020