Las Brujas De EastWick

2 de agosto de 2009 , hace casi 11 años, Madrid, calor, otro verano sin vacaciones. Los emprendedores no tenemos vacaciones. Todos somos emprendedores cuando despiertas a tu diferenciación, a esa esencia interior que se rebela a la batidora de la homogeneización.

Todavía era un chico decente dentro del sistema, con mi coche, con unos hijos con multitud de extraescolares, con tarjetas de crédito, con una casa guay alquilada (gracias a dios no tenía hipoteca subprime), vamos todas esas pequeñas cosas normales para el entorno social donde me movía.

En paralelo a esa vida de Superman social , estaba mi Clark Kent esotérico.

Aquel niñito que con pocos años hablaba con la virgen de Lourdes, tahúr con las cartas y ávido lector de astrología y de ovnis en la biblioteca de la casa de su abuelo,allí,

en esa Asturias ahora vetada por las marañas kármicas familiares.

Ese día de agosto aparqué el coche en una calle cerca de mi casa donde vivía de pequeño. Con mi gilipollez habitual saque el ticket de la hora para que no me multaran y se viera mi aroma de ciudadano ejemplar, aunque mi Sofía Loren emocional sentía que era estúpida tal acción, en agosto todo esta más relajado y seguramente el vigilante soñara con otros menesteres…

Al poner el ticket en el salpicadero, una ráfaga de viento , dicho esto en agosto con 40º no había viento, entro en el coche e hizo volar el ticket hasta casi el centro de una calle bastante ancha con lo cual no era cuestión de jugarse la vida. Arranque y busque otro sitio para aparcar.

La serendipia llevo con mis huesos a la calle fortuny de madrid a la puerta de la parroquia de Lourdes, muy cerca de donde viví hasta casi mi retorno de saturno. Al bajar me dije , bueno vamos hacerle una visita para recordar viejos tiempos, allí comprábamos las palmas de Semana Santa para colgar en el balcón que luego como siempre se pudren y en una casa con muchos hermanos siempre había peleas para quién coño la sacaba a la basura. Joder como me enrollo, pero , bueno me la suda, es lo que sale hoy de la cabeza.

Entre y allí en el fondo estaba ella. Lourdes, la virgen, en su gruta y sus colores blancos y azules claros. Había unas ancianas rezando el rosario y me senté escondido ,como buen proyector, y observe. La capilla esta decorada con mármoles a modo de lápidas de gente que recuerda a sus seres queridos con sus nombre y fechas de nacimiento y defunción. Detrás mío ,otra virgen, Santa Rita, si, la de lo imposible, me miraba con lágrimas de sangre y creo que estaba la de los dolores con su corazón lleno de flechas, vamos todo una escena entre una Concha Velasco en plan Santa Teresa mística

y un Schwarzenegger en «Al final de los días» que no se podía creer que el cabrón del demonio nunca terminara de morir.

Unos años antes, había sido iniciado como Maestro de Reiki por mi Maestra y en mitad del proceso me dijo Jorge nunca me había pasado esto antes pero siento que estamos acompañados de una Virgen. Como es lógico mi cuerpo convulsiono y las lágrimas comenzaron a brotar al recordar el contacto con esa energía Yin en mi infancia.

En la capilla y entre tanta sincronía mi cuerpo recibió una llamada para que me fuera a Lourdes. Me gustaría compartiros que yo deje la santa madre iglesia católica, allá cómo a los trece años y había comenzado con mi comunión recibida a los nueve , a pesar que mi cuerpo me decía que no, mi boca ese día estaba llena de aftas, una estomatítis aguda, y que lo que realmente me jodio, más que la hostía que me dieron, fue no poder comer nada del supuesto banquete ceremonial, que se convirtió, como siempre, en un «pitoste» familiar.

Yo no soy una persona aventurera , pero el 4 de agosto estaba en Irún, en la frontera transmutando mis miedos del 2 de mayo hacia los gabachos y a mi jodido sentido común de localizar la trayectoria más adecuada para llegar.

El 5 de agosto cruce la frontera, llegué a Lourdes y allí una llamarada de energía Yin hablo.

Al salir , camino del coche una tienda de souvenirs me llamo la atención, entre directamente y mi mano cogió , sin mirar, una virgen de Lourdes exactamente igual a la que tenía de pequeño.

Volví a dormir a Irún y en la noche oscura del alma la Perla de la Clave Genética 37 tomo forma de luz y de camino, algo que no se identifico hasta unos años después en la contemplación del camino dorado.

Desde entonces el proceso que se me comunicó se ha llevado a cabo a través de experiencias duras y asombrosas, increíbles para algunos pero reales como la vida misma. La mente intenta siempre darle una forma homogénea pero he aprendido que sólo cuando la experiencia termina se puede de algún modo interpretar.

Mi mente siempre ha intentado utilizar mecanismos y herramientas que no asustaran a aquellas o aquellos que la atracción de la luna de diseño trajeran ante la presencia presente en mi. La gente necesita un ancla en lo que creer en vez de confiar que no la engaña un chalado.

Hace unos días una de las Brujas de Eastwick me trajo una fuente de información muy valiosa por su sencillez. Las Cartas de la Mujer Salvaje. Esa materia yin kósmica presente en todos nosotros que quiere brotar y que la mente y el mal entendido yang quiere enterrar en la noche de los tiempos.

Este sábado tuve una reunión kósmica con las brujas de eastwick, otra maravillosa y sorprendente serendipía en mi vida, mi fuente de sabiduría Yin.

La maraña de la mente nos puede confundir, pero cuando te quedas a solas…

llega la claridad en la transmutación corporal de la noche y al alba el tarot habló bajo el influjo de mi mundo mineral. Fue consistente con lo que en la reunión ocurrió y su energía se estabilizo. Recibí mensajes muy sencillos para alguno seres conocidos que si la vida cree oportuno supongo que les llegará.

El Universo es Yin y no queda más remedio que aceptarlo. Aceptar que somos materia kósmica y que la energía sólo es el sueño de la manifestación. Comienza el poder Yin resonar es lo mejor que podemos hacer para fluir…

Para mi lo que realmente siento es que todo lo ocurrido me empodera para sobreponerme a la «chachara» mental y continuar mi camino de acompañamiento del renacimiento salvaje del kosmos Yin, aquello que Lourdes me encomendó o que la locura me hizo sentir como verdadero.