Como siempre un artículo y una mentoría con un cliente me animan a escribir.
En este link de Tendencias 21se nos informa de un estudio científico que concluye que el sentido de la vida es fuente de salud física y mental.
Buscarlo origina estrés y problemas de salud. La edad es determinante , ya que se busca en la juventud, por lo visto se obtiene en la madurez y en la vejez, al ver las orejas al lobo de la muerte, debe fortalecerse y renovarse.
La religión, la filosofía o la psicología han sido las disciplinas que han estudiado e intentado establecer un sentido de la vida de alguna manera homogeneizado: para todos el mismo.
Ahora los científicos, dejan claro que la psicología no es científica jejeje. Preocupados por las cuestiones de envejecimiento de la población, en vez de por el acompañamiento en el proceso del tránsito a la muerte, entiendo yo, se han puesto a investigar sobre el tema. De alguna manera parece que quieren arreglar el estropicio filosófico que montó Darwin y su selección natural de la especie, fuente del sentido de la vida que nos lleva acompañando los últimos 200 años. Ojo!! que no hablo del tema desde el punto de vista biológico, que para mi es evidente, sino desde el punto de vista de su no validez como filosofía de vida, para ciertas configuraciones de Homo Sapiens in Transitus. Esa esencia estratégica de dar por culo al prójimo para conseguir lo que yo quiero, ser el mejor para ser digno de los recursos mejores, la meritocracia sin talentocracia natural….Ya saben ustedes capitalismo individual o socialismo colectivo, “corazoncito de izquierdas bolsillito de derechas”….
El otro día, de no se qué año, estaba en la capilla de Lourdes de la calle Fortuny de Madrid, sentado mirando la imagen de la Virgen de Lourdes, en su pequeña gruta con su manto color azul celeste, y me di cuenta de la necesidad, como la de comer, que tiene el humano de dios. Gente diversa, aunque una mayoría de ancianos, rezaban y buscaban esa compañía metafísica que les acompañará en esa nuestra soledad existencial. Cuando nos quedan dos partidos de fútbol dirigimos nuestra mirada al cielo, ya que por lo visto en la tierra, nunca encontramos ese sentido que nos permita vivir la vida con el corazón abierto y sin necesidad de sentir un dios lejano y sin forma física que nos proteja en el camino.
Esta dicotomía entre el cielo y la tierra, entre los que buscan su sentido de la vida en un Dios Metafísico y los que lo buscan en una Biología inmortal es absurda.
La SN1987A lo dejó todo claro. Y nos despertó a una realidad cosmológica fuente de sentido y de filosofía de vida. Incluso para algunos a la posibilidad de liberarse de ese estrés de buscar y de lograr mitigar la culpa de no valer o de no encajar en una sociedad estratégica en proceso de disolución.
Se establece un camino claro, guiado por el tiempo de los ciclos de los planetas y centauros astrales. Un propósito de vida escrito en la mágica combinación entre el sol y la tierra. Un escenario definido por los nodos de la luna, donde interpretar ese personaje biológico en forma de perfil definido en la espiral de nuestro ADN kósmico.
Como “Terminators Kósmicos” caemos en la tierra, para ejercer un papel que permita el despertar del universo a través de un juego de experiencias más o menos dolorosas, más o menos divertidas para la vanidad del no despierto.
Un primer proceso de encarnación que nos lleva hasta el Retorno de Saturno (30 años), donde de alguna manera ensayamos e identificamos en nuestra biología, esa fuente de inteligencia interna única que nos permita tomar decisiones más allá del condicionamiento del grupo, y que nos lleve a identificar ese entorno y a esas personas correctas.
Una segunda etapa, con una llamada de atención por si nos desviamos en la Oposición de Urano (la famosa crisis de los 40), que nos lleva hasta el Retorno de Quirón (50 años) donde podemos observar y experimentar aquello que está aquí para nosotros.
Y por último, un camino Post-Quirón donde florecemos y compartimos nuestra autoridad externa, todo aquello que nos ha motivado durante estos 50 años. Y llegar a aceptar sin vanidad el proceso que nos lleva a cerrar los ojos. Momento que nos llevaremos con nosotros, el todo y la nada de nuestra perspectiva única y diferenciada.
Sentido hay, sólo nos queda dedicarnos a vivir con el corazón abierto o no , tu eliges o quizá no…
(C) Alf Gauna, 2019
Alf Gauna 