El mundo ha enloquecido.
No somos hormigas.
Ni somos, ni nunca seremos, Raves.
Somos seres únicos y diferenciados.
Nunca seremos la quimera de una sociedad perfecta definida por leyes egoícas imperfectas, presuntamente consensuadas y siempre interesadas.
La estructura social cognitiva la define la geometría física del kosmos mediante un firmware biológico.
Si fuéramos capaces de entender en profundidad la frase anterior, las políticas, las filosofías o las religiones no tendrían sentido. No alimentarían ni la violencia de la separatividad ni la absurda lucha por la igualdad en un mundo de jerarquías naturales.
El secreto es indagar en la mecánicas energéticas superficiales para identificar ese malware kósmico homogeneizador escondido en el imperativo genético y transcenderlo mediante ese firmware cognitivo.
Así nace la individualidad fractalmente cognitiva que evoluciona y emerge en un todo holográfico jerárquicamente natural, algo muy distinto a una presunta sociedad perfecta legalmente establecida.
Pequeños nichos cognitivos que conforman los nodos de la red de una identidad kósmica inconsciente por emerger.
Unas pocas frases para definir ese “ Élan Vital” cognitivo inconsciente del kosmos que el azar intenta despertar.
©Alf Gauna, 2021