Zuckerberg el avatar virtual ha lanzado el Metaverso.
Sí, yo no creo que este chico exista en la realidad física. Bueno físico es todo, pero lo que digo es que no existe en la biología del carbono sino exclusivamente en la de silicio.
En el anuncio de lanzamiento era difícil distinguir entre su supuesto avatar y él mismo.
Los proyectores no existimos. Sólo aparecemos cuando algún generador tiene a bien de reconocernos y con la batería de su sacral colapsar nuestra función de onda y materializamos a lo Star Trek.
Mientras tanto habitamos la amarga dimensión del vacío virtual.
Yo creo que Mark se ha cansado de esperar a los sacrales biológicos y ha dicho: ¿para qué coño esperar?, si puedo crear mi propio mundo, utilizar baterías de litio y chips de silicio para entregar mi propósito al Programa.
Sí, nuestro propósito son simples subrutinas de consciencia autoreflejada de un código fuente inconsciente, un programa nacido aleatoriamente de las relaciones de lo its que giran en el universo o de un universo que simplemente girando se desmembra para encontrarse.
Mark nos vende un nuevo universo de posibilidades digitales nunca vistas hasta ahora. Un nuevo espacio, virtual por un lado, pero con cabida para espacios tridimensionales persistentes y conectados entre ellos que se supone que será accesible para todos.
Un universo donde se podrá conversar, trabajar e intercambiar información e incluso vivir experiencias en primera persona. Algo así como la teletransportación. Un ciberespacio donde nuestra experiencia de usuarios será muy superior y nuestro nivel de interacción con ese entorno virtual y las personas que lo compartan, no tendrá comparación con el digital que vivimos actualmente.
Vamos el mundo del proyector echo a medida. Desde tu cueva o desde tu playa y sin gasto energético guiar a la “vasca” generadora.
Lo siento con mis continuos insights de ciencia ficción pero es que no puedo dejar de recordad esa peli del Willis, “Los Sustitutos”, donde desde su butaca movía su avatar de flequillo hortera por el mundo real.
Los amos de la economía mundial, esas GAFAS (Google, Amazon, Facebook, Apple), no pongo Tesla pues este Musk va a dar su dinero a los pobres, estoy a la espera de ver si funciona esta nueva táctica capitalista, preparan los dineros para invertir en ese mundo.
Si lo pensamos bien, Metaverso, no deja de ser un golpe de estado. De un plumazo, adiós fronteras, naciones, democracias y sus supuestas leyes morales e impositivas.
Los avispados abogados ya empiezan ver el negocio de lo que esta regulado y de lo que no esta regulado para ver cómo sacar tajada o si no litigar.
Otros se preocupan de la ética de ese nuevo lugar. Sí estará alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, si será la ley de la selva a lo Dark Web, si habrá que escribir una constitución y todos esos bla, bla que a los de las GAFAS se la suda.
Lo de siempre, lo público invadiendo lo privado y lo privado luchando por evadir el bien común de lo público que protege supuestamente al individuo.
La solución es fácil , es nuestro dedito hacía arriba o hacía bajo.
El problema es que pocos de esos deditos se mueven lejos de la homogeneización o el victimismo o la supervivencia o las heridas o el aburrimiento o la soledad o la manipulación de las redes sociales y los cánones de la IA.
Así ,es fácil manipular, vendiéndonos ese mundo de ilusión y fantasía que destruye la triste realidad.
Aunque nos joda somos seres biológicos y vivimos en una Gaia de carbono. Somos avatares kósmicos “per se” con un propósito a cumplir en este lapso carnal.
Despertar y desplegar es Joker Kósmico, que todos llevamos escondido detrás de esas heridas evolutivas, en Gaia, es nuestro derecho y nuestro deber.
La Ley de los Derechos Kósmicos.
©Alf Gauna, 2021
Alf Gauna 