El vacío es la esencia de la materia.
En inglés utilizan, entre otros, “void”, del vulgarismo latino “vocitus”, o el propio “vacuum” del latín.
En latín tiene muchas acepciones: desocupado, desierto, libre, sin dueño, soltera, viuda, desprovisto de, privado de, ocioso, vano , frívolo, sin valor inclusive abierto o accesible.
Los franceses, que son muy suyos, lo utilizan como aspiradora. Sí, hay que desocupar lo ocupado.
En física el vacío es algo desprovisto de materia, pero claro lo cuántico lo arregla todo diciendo que es un vacío lleno de fluctuaciones cuánticas. Materia y antimateria interaccionando para no expresarse. Lucha potencia de esencias para colapsar la función de onda del “per se”.
Como diría Mota “ansia viva” por Ser Real.
Con tanta etimología se me ha olvidado sobre lo que quería escribir. Creo que era una poesía. Un segundo, que voy a mirar el título.
¡ Anda coño ! ¡ emptiness!. Me gusta la palabra, no me es tan vacía como vacío.
Esta palabra tiene algo de esperanza pues puede que no contenga nada, pero al menos se puede llenar con algo. El vacío cuántico está siempre lleno, deseando colapasar en algo.
De dentro a fuera. O de fuera a dentro. Esa es la diferencia.
El eterno juego del agujero negro o el agujero blanco. Las puertas del void o del emptiness.
La mutación del corazón es la esencia del agujero de gusano que equilibra este this and that.
Los besos de la amada que llenan el “emptiness” o la ausencia de sus besos que te llena de ese vació cuántico de deseos potenciales para que vuelvan.
El emptiness es la esencia de la materia y el void la esencia del espacio.
El eterno vals de atracción y repulsión.
Pues sí, al final salió una poesía en prosa surrealista.
©Alf Gauna, 2022
Alf Gauna 