No sé, quizá si.
El sacrificio de ocultar
lo que sientes,
mata lo que sientes.
Compartirlo,
simplemente,
lo atenúa.
En el fondo,
reclamas
la empatía
del otro.
Al final, lo mejor es
que la emoción
siga el curso de
la experiencia vital.
Sí, la vida es un vaivén
de emociones,
no hay que decidir,
sólo sentirla.
Decidir es
una trampa
de 7 centros.
La vana
volición
estratégica.
La búsqueda inconsciente
de la homeostasis bioquímica
baña la superficie energética
y la profundidad cognitiva.
No, no es una lucha
entre dolor y placer,
es sólo un camino
de ausencia de dolor
hacía la nada
de la supervivencia,
el desarrollo,
la reproducción y
el propósito kósmico
de la emergencia.
Sí, el motor
físico kósmico
encarnado
en bioquímica
que rula tu vida.
Sentir es el único
libre albedrío
permitido,
disfrútalo.
No, no hay que decidir.
Sí, así, sin más.
©Alf Gauna, 2022