Sí, ¡zas!
voló cómo
sutil
cuento de hadas.
No había
nada
real.
Sólo heridas
que se curan
con breves historias
de sexo
y de amor,
casi todas
imaginarias.
La retórica absurda
de la fantástica.
¿Sabes?
La lógica ha muerto.
No hay patrones.
No hay futuro
donde aplicarlos,
No hay cancha
para la
estrategia,
Putín,
el manifestador,
muere
asesinando.
Sírio se encarna
en virus y guerra.
El sistema se autoregula
con la muerte de los débiles.
La moral, quimera de hombres.
La ecología, marketing bipolar.
El amor, el tik tok del sexo.
Los tanques no cruzan
los Pirineos,
sólo los elefantes
y los cojones de Aníbal.
La Francia nuclear chauvinista
morirá antes que la Verde España
con los grandes ovarios
de Agustina de Aragón.
Don Quijote y Sancho dominan
los molinos de viento,
baterías defensivas
contra los pájaros de la muerte.
El mar siempre fue Ibérico,
nuestro y de los portugueses,
Los anglosajones,
siempre corsarios y piratas,
huirán por mar gracias
a los 4 doblones de plata
de Biff Trump y de Biden,
el teleñeco sin pilas.
Aliexpress y Amazón repartirán
con drones
luz, agua y gas.
A Xi Jinping se le cae la baba
mirando a Taiwan.
Yo , “por si”,
seduzco a mis
amigos argentinos
para que me acojan,
o en la fría Patagonia
o en la Pampa,
quiero cabalgar
con mis nuevas
espuelas de plata
a lomos del caballo
de mi libertad
kósmica.
Abandonar este campo de batalla
del capitalismo anglosajón contra
el capitalismo de estado soviético
que era el sueño de una Europa Unida.
No sé, quizá haya que soñar
de nuevo para sobrevivir
al ¡Zas! de la realidad.
©Alf Gauna, 2022