Amar es una locura.
Si amas no existes.
No, no puedes vivir.
Amar es morir.
Morir en el uno
del todo.
Renunciar al No Dos.
Somos en el mundo.
Somos para existir.
Amar es el suicidio
del das-ein.
El anhelo de
la fusión
en el uno,
es el motor
de la vida.
Ontología
fenomenológica.
Hermenúetica
que nos despierta
al per se.
La negatividad
de la erótica
regurgitada en
narcisimos
ónticos provincianos.
El espacio fluye y rota
en busca del sueño
de la masa.
Deseo,
en forma
de campos
cuánticos
que colapsan
para sentir.
Sentir
el sinsentido
de amar
sin tocar,
sin besar,
sin abrazar,
sin poseer.
Entes compuestos,
unidos en la carne
sintiendo,
sabores,
colores,
olores,
píeles,
temperaturas.
El erotismo
dual
de la vida
destruye
la metafísica
del amor,
para que emerja
la ontología
fenomenológica
del coito,
en la multidimensional
expresión
fluida
de los entes ónticos,
de la forma
sin espíritu
y
sin alma.
La materia
no ama,
expresa amor
existiendo.
Y sólo,
solamente,
existe
la materia.
©Alf Gauna, 2022