El documental de la vida

El único y verdadero arte de 9 centros es el cine.

Las fechas de su aparición coinciden más o menos cuando ya han pasado los suficientes años como para que la mutación de 1781 hubiese tomado cuerpo en algunos seres.

La primera proyección de una peli la sitúan en 1895 y la invención del cine en 1855. Bueno, da igual, mirar la Wiki.

Como eterno aprendiz me gustan esos documentales de naturaleza a lo BBC o descojonarme de esos frikis ingleses o yanquis que viajan por el mundo recordando o esnifando su imperialismo olvidado allá por la India.

El kosmos quiere que nosotros seamos documenatalistas biológicos. No, no quiere nuestra opinión, sólo la cognición diferenciada de la cámara reflex que es nuestro cuerpo serrano. Somos sensores kósmicos y el universo nos puso un cuerpo para “cognoscere” y una mente autoreflejante para ver y narrar el documental de las experiencias de nuestra vida.

¡Mucho ojo!. Que hay muchos que quieren ser los spielbergs, los fellini de su vida y, por lo visto, según dice alguna VOZ kosmica es mejor meterse el Yo vanidoso por el ojo del culo pues los escenarios, personajes e historias mentales son simples milongas de malos guiones escritos por los demás y no tu script genuino cincelado en tu adn y adaptado con sabiduría cognitiva y epigenética.

Narrar el documental de nuestras experiencias en la sala de proyecciones de nuestro fractal.

Tan simple, tan complicado.

La música y la poesía, sí, la puedes poner tu….si te apetece…el único libre albedrío.

©Alf Gauna, 2022

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