Cierra los ojos.
Lo que ves,
no existe.
Escucha
tus células.
Los acordes
de sus
vibraciones
te hablan.
Van directos
a tu memoria
Kósmica.
Allí donde
todos
pertenecemos.
Sentirás lo real
que es la magia
del amor
sin eros
ni tánatos.
Un ágape
sin filias
ni fobias.
El abismo
infinito
que se hace
consciente
en el abrazo
eterno.
La muerte
del amante
erótico.
El renacer
del amante
celular.
©Alf Gauna, 2022