Buenos días
Lucecita.
Good
Morning.
El alba trajo
tus ojos,
tu sonrisa,
mis ganas
de vivir.
El sol alumbra
la oscuridad
de la cueva
donde
nadie
quiere
entrar.
Tienen miedo
a mi poder
de ver su ser.
Mis pupilas
vagan
en las
anodinas
frecuencias
de la soledad.
Los fantasmas
huyen de la luz.
Se esconden
en un rincón del
alma…hasta
que el dual
Lucero Vespertino
anuncia la lúgubre
noche con su
frio de morgue.
Desperezándo
mi entumecido
cuerpo,
busco el
calor
de tu memoria.
Aunque nunca
quieres estar conmigo,
tu virtual arquetipo
pulula con los
primeros
rayos ultravioletas.
Cribo los deseos
de varias figuras
hasta “nitecer”
la intensidad
superpuesta
de frecuencias.
Reconocida,
comienzo
el ágape
sexual
lamiendo
la pared
de mi cuarto
sustituto mágico
de tu vulva.
El gotelé raspa
mi lengua
a modo
de inconmensurable
clítoris.
Mis labios
avanzan tímidos
hacía
la persiana
de mi ventana,
que me recuerdan
cada vértebra de
tu virtual columna.
Para tus pechos
utilizó mis poderes
de Sanador
por arquetipos.
Dibujo pequeños lazos en
el aire que mi líbido
agranda con imaginación.
Tu supuesto deseo
endurecen tus
pezones y nutren
de sangre
dormida
mi pene.
Capto
ondas gravitacionales
que portan la vibración
de tu orgasmo.
Yo eyaculo
pajarillos
dormidos
que a modo
de danzarines
sufíes
enarbolan
la bandera
de mi creatividad
en busca
del ovario
fértil
de mi siempre
inacabada
obra.
©Alf Gauna, 2023