Esencial: Tiempo de Silencio
“Barthes, en su estudio de fotografía, La cámara lúcida, cita a Kafka: “Mis historias son algo así como cerrar los ojos”. Y observa a este respecto: “La fotografía ha de ser silenciosa. Eso no es una cuestión de “discreción”, sino de música. La subjetividad absoluta se alcanza solamente en un estado de silencio, de esfuerzo por el silencio (cerrar los ojos significa hacer que la imagen hable en el silencio)”. La subjetividad absoluta es la subjetividad en forma de conclusión. Sin silencio se dispersa y no puede volver a si misma. Y sin retorno no puede cerrarse. Se hace depresiva.
Las actuales imágenes digitales carecen de silencio y, por tanto, de música, e incluso de aroma. También el aroma es una forma de conclusión. Las imágenes sin silencio no hablan o narran, sino que hacen ruido. Frente a estas imágenes que “zumban” no se pueden cerrar los ojos. El ojo cerrado es dibujarse la conclusión. Hoy la percepción es incapaz de conclusión, pues hace zapping a través de una red digital sin fin. El rápido cambio de imágenes imposibilita cerrar los ojos, pues esto presupone una demora contemplativa. Las imágenes están construidas hoy de tal manera que no es posible cerrar los ojos. Entre ellas y el ojo se produce un contacto inmediato, que no admite ninguna distancia contemplativa. La coacción a la permanente vigilia y visibilidad dificulta cerrar los ojos. La transparencia es la expresión de la hipervigilia e hipervisibilidad.”
Byung-chul Han