Luz ardiente de deseos
anquilosados.
Sumérgete en el océano
de la pasión.
Desborda el color como
llamaradas de pequeños egos
en busca de un yo diluido
en la nada.
¡Brilla! , luz ardiente.
Dirige mi mónada hacia el
alba del tormento sonoro.
Y, yace en paz.
© Alf Gauna,2008