El dolor
toma
tierra.
Rayos kósmicos
que se encarnan
en bioquímica
sensible
al esto,
del dolor,
al aquello,
del placer.
Ese bondage
galáctico
donde la hiel
de Kristo
Krucificado
exhuma
los excesos
del ego.
Jokers malditos
que saborean
la miel de Ser
bailotean
en esa escalera
de colores
de consciencia
que es el
poker de la vida.
Vírgenes Yin
mutadas en
Kristos-Trans
se rebelan
en un lucha
LGTBIQ
evolutiva.
Una Fenix
Durmiente,
una Loba
Esteparia
donde, al fin,
el pene virtual
encarna,
desciende de la Kruz,
y sodomiza
a Pilatos
y sus romanos.
A lo lejos la
Virgen Madre
deja de llorar
y sólo se escucha
una balada kósmica,
una eterna Karkajada
de liberación,
el fin del
manipulativo
juego
de siete centros.
©Alf Gauna, 2021